El sábado pasado celebramos por adelantado mi cumpleaños, a modo también de despedida de mis amigos antes de escapar todos del calor infernal del verano de Dubai. El tema de la fiesta de este año fue piratas. Mamá lleva meses preparando con mucha ilusión esta fiesta. Y un montón de gente, desde muy lejos, ha estado involucrada para que saliera todo tan bien:
- Gran parte de la decoración la confeccionó mamá, con telas traídas de España, y con ideas y consejos llegados desde Madrid y Bogotá
- Las sorpresas para los invitados iban en bolsas cosidas también por mamá; Feriel nos ayudó con los dulces (y de paso nos dio un buen susto cuando vino a dejarlos tarde una noche); los juguetes vinieron de Bangkok
- Las galletas, las cajas decoradas que sirvieron de inspiración para las invitaciones y los recordatorios, vinieron desde Madrid: una obra de arte de Las GalleTitas de Tita (y gracias, por cierto, Dalaia...)
- La comida de los adultos, libanesa, no hubiera llegado sin la ayuda de Carolina y Charbel. Papá decía, igual que el año pasado, que era escasa... evidentemente sobró suficiente para que cenáramos con las sobras durante varios días
- La comida de los niños (nuggets y perritos), preparada al momento por Julie, estaba buenísima... tanto así que muchas mamás comieron más que los niños
- Los muffins de mamá, repetidos a última hora, porque papá no le avisó a tiempo de que del horno salía un olor a quemado en la primera tanda
- El "parque de diversiones" no hubiera sido nada sin la generosidad de Nicolas prestándome muchos de sus juguetes
- La música que preparó papá, sonando en los altavoces que me regaló mi tío Pipe
- ... y tantas otras contribuciones que ahora me dejaré en el olvido.
He publicado un álbum en mi página de Facebook con las mejores fotos... si alguien quiere alguna en alta resolución, o si alguien quiere compartir alguna de las suyas, por favor que me lo diga.
¡Ah! y un último apunte, pensando en lo afortunado que soy (tengo ropa suficiente para cambiarme tres veces al día, y con tantos juguetes mi habitación parece un salón de juegos), ahora que viajaré a España y a Colombia, si alguien quiere regalarme algo, prefiero que no me compren nada. Tengo algunas ideas alternativas que publicaré en los próximos días. Lograremos así dos cosas buenas: primero, mis papás no tendrán que pagar exceso de equipaje (o renunciar a traer unas botellas de vino); segundo y sobre todo, como ya explicaré, ayudaremos a gente que de verdad lo necesite. Continuará...
jajajaja Apoyo la idea de llevar vino en vez de juguetes!! De hecho, podrían traerle desde Madrid unas buenas botellas a la tía Lula
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