Wednesday, May 26, 2010

Fiebre

Hace casi dos semanas, el viernes, fuimos a celebrar el cumpleaños de Simón en su casa. Me di un baño en la piscina y estuve contento, pero no me encontraba del todo bien y no jugué tanto con los niños como en otras ocasiones.

Al día siguiente nos dimos cuenta de que tenía algo: por la noche empezó a subir la fiebre y ya el domingo por la mañana llegué a estar por encima de 39. Mi pediatra estaba de viaje así que fuimos al hospital Al Wasl. Mientras esperábamos a que me atendiera el doctor, me volvió a subir la fiebre y no pude evitar vomitar encima de papá. Finalmente la doctora que me vio dijo que era viral, nada de lo que preocuparse, y me recetó algunas medicinas. Regresamos a casa y dormí mucho más de lo habitual. Lo más triste de todo fue el perderme la fiesta de cumpleaños de Jacques esa misma tarde.


Estuve casi toda la semana un poco decaído, me tomó tiempo recuperarme. Empecé a hacer vida normal y acudí a todas mis actividades, pero comía relativamente poco y estaba algo irritable. Todo además coincidió con las molestias en las encías por los dientes de arriba. Con todo esto, mis pobres papás han pasado unos días muy difíciles y se les nota también cansados.


Ayer he vuelto a tener un poco de fiebre, así que para descartar cualquier complicación hemos decidido ir a visitar al doctor Mac hoy. Insistió en que no era nada de qué preocuparse, que ha habido un virus en Dubai que ha afectado a un montón de niños y que ahora lo único que puedo hacer es asegurarme de que estoy bien hidratado y tener paciencia.


Así que, tras diez o doce días ya de aguante, no nos queda otra opción, a mis papás y a mí, que tener un poco más de paciencia.

Saturday, May 8, 2010

Turismo en Dubai con Natalia

Parece que hoy tendré que dormir solo de nuevo. Esta mañana, cuando me he levantado, ya no he encontrado a Natalia y a Óscar en casa. Vinieron desde Madrid a visitarnos esta semana y, como en casa hay únicamente dos habitaciones, mis papás se trasladaron durante estos días a la mía.

A pesar de haber hecho un montón de cosas que inevitablemente alteraban mi rutina, me he portado muy bien y he aguantado las largas jornadas de turismo. El primer día fuimos a
Madinat Jumeirah; yo no iba allí desde el día de Reyes. Al día siguiente, después de mi clase en el gimnasio, nos encontramos todos en el Dubai Mall. Intentamos después subir al Neos, un bar con una vista privilegiada en el piso 63 del hotel Address, pero por primera vez me discriminaron por mi edad y no me dejaron entrar. Mientras ellos disfrutaban de la vista, yo me quedé abajo con papá mirando unas fuentes de colores en el jardín del hotel.

El miércoles por la mañana fuimos a Abu Dhabi a visitar la mezquita de
Sheikh Zayed, que es la tercera más grande del mundo (tras las de La Meca y Medina). Es un sitio muy agradable, estuve jugando en la alfombra de colores y toda la gente era muy amable.

El jueves papá se tomo el día libre y, después de acompañarme a mi clase de música y una vez me desperté de mi siesta, nos fuimos al Bab al Shams, un hotel en el medio del desierto. Allí, antes de cenar, estuve jugando con un par de halcones bebés (de 7 meses y 1 año); luego estuvimos disfrutando del atardecer, yo gateando y metiendo la boca en la arena.

El viernes por la tarde, ya para cerrar la semana, fuimos al centro de Dubai. Por primera vez monté en barco, y fue en un
abra, las pequeñas canoas que atraviesan el Creek, entre las zonas de Bur Dubai y Deira. El viaje cuesta 1 dirham y fue una experiencia muy pintoresca.

Al otro lado visitamos el zoco de las especias y el del oro. De regreso al mercado de los textiles, encontramos una tienda donde comprarme un vestido. Creo que mañana, que en Colombia se celebra el día de la madre, será una buena ocasión para estrenarlo.

Saturday, May 1, 2010

Fujairah

Este fin de semana hemos estado en la playa. El jueves papá regresó temprano de la oficina, almorzamos algo rápido y cogimos el coche, eso sí, con muchas más cosas que de costumbre. Al poco rato de arrancar me quedé dormido y cuando me desperté, casi dos horas después, estábamos pasando por una zona de montañas áridas y, en un momento, se volvió a ver el mar y llegamos a nuestro destino.

Estábamos en Fujairah, que es uno de los siete emiratos del país y que queda sobre el golfo de Omán, es decir, en la costa este de E.A.U. Nos quedamos en el hotel Rotana, en una habitación muy cómoda que tenIa un ventanal que daba directamente al jardín y a la piscina.
Pasamos un fin de semana muy agradable y tranquilo con Nicolás y sus papás. Aún no hacía tanto calor, asI que pudimos disfrutar de la piscina y de la playa. Y el sábado por la mañana, mientras papá y Charbel fueron a bucear, estuvimos en el club, jugando con otros niños.

Pero
fue el viernes el día más divertido, porque por la tarde, después del almuerzo, bajamos todos a la playa. Era la primera vez que yo iba verdaderamente preparado y pude jugar tranquilamente en la arena y darme un baño en el mar con papá. Y tras tanto ejercicio, nos echamos una buena siesta en una hamaca, disfrutando de la brisa templada.

El regreso a casa, el sábado por la tarde, después de un buen baño en la piscina, se me hizo algo más pesado. Me desperté a mitad de camino y los últimos 20 minutos estuve muy incómodo, ya cansado. Pero mereció la pena, me queda un grato recuerdo de mi primer baño en el mar.

Y, ahora, toca disfrutar de nuevo de mi cama.