Monday, October 26, 2009

Líbano

El viernes madrugamos. Lo que mis papás estaban preparando era un viaje a Líbano y, por tanto, mi primer viaje en avión. Tomamos el vuelo de Fly Dubai a Beirut y todo fue de maravilla: en el aeropuerto, sin problemas; y en el avión, perfecto: dormí todo el vuelo, no tuve dolor en los oídos y sólo cuando aterrizamos tuve hambre.

En el aeropuerto nos estaba esperando Charbel; fuimos a casa, donde estaban Carolina, Nicolás y el resto de la familia. Después de descansar un rato fuimos al centro de Beirut a pasear y a cenar. Es una ciudad muy bonita, todo reconstruido después de tantos años de tantas guerras. Es habitual -como comprobamos- oir a la vez los cantos de las mezquitas y las campanas de las iglesias, que son muchas y unas al lado de otras.

Al día siguiente, el sábado, después de desayunar en casa de los padres de Charbel, salimos hacia Jeitta Grotto, una cueva espectacular de estalactitas y estalagmitas. En realidad hay dos entradas a la gruta: una superior, que se recorre a pie, y que la visité cargado por mi papá. La segunda, la entrada inferior, lleva a un paseo en una barca por una especie de lago que se ha creado dentro de la gruta. Ahí hacía mucho frío y el contraste me hizo sentir incómodo. Lloré un poco pero enseguida me quedé dormido. Fue una siesta reparadora.

Desde allí, fuimos a Biblos, la antigua ciudad fenicia. Mis papás y Alexis visitaron las ruinas del castillo de los cruzados y las excavaciones de las ruinas romanas. Yo, mientras tanto, y como no podía entrar con mi carrito a la zona de las ruinas, me quedé con Carolina y Charbel afuera. A la salida de la visita, ya al atardecer, dimos un paseo por el zoco y nos regalaron un libro de Líbano, para preparar nuestra próxima visita. Para terminar el día, en un restaurante del antiguo puerto fenicio, tomaron una copiosa cena mientras yo dormía una merecida siesta. Antes de regresar a casa, en vista del recorrido relativamente largo que nos esperaba, mamá decidió cambiarme el pañal antes de arrancar, y no encontró mejor lugar para hacerlo que el maletero del coche de Charbel. De vuelta a casa, los padres de Charbel tenían para mí de regalo una cadena y una cruz muy bonitas.

El domingo, finalmente, era el gran día: celebrábamos el bautizo de Nicolás. La ceremonia se ofició en un pequeño monasterio en lo alto de las montañas; un lugar apacible, con una muy bonita vista y que dicen es un importante lugar sagrado. Es el primer bautizo al que voy, y el primero también en mucho tiempo al que van mis papás: la ceremonia fue muy bonita, celebrada en árabe y en arameo y, aunque no podíamos entender lo que se decía, se podía notar que era muy emotiva, una ocasión muy especial. Yo me vestí con mis mejores galas, que por poco ya no me entran. Estuve atento a la ceremonia, aunque creo que me llegué a marear en algún momento con el olor del incienso. Después, desde ahí fuimos a un restaurante donde terminamos la celebración con un exquisito banquete de comida libanesa que espero poder probar pronto, pues viendo la cara de papá probándolo todo y quedando a reventar, no tengo
duda de que estará todo buenísimo.

Y hoy, finalmente, estamos de vuelta en Dubai. Esta mañana también madrugamos, nos despedimos de Carolina y Nicolás, y Charbel nos llevó al aeropuerto con su tío. Después de un vuelo también bueno -solamente tuve algo de molestia, quizás en los oídos, poco después de despegar- y puntual, hemos llegado a casa, donde he vuelto a encontrar mi cama, mi silla y algunos de los juguetes que ya reconozco. Ha sido un fin de semana largo, muy intenso y muy divertido. La prueba de mi primer viaje en avión la he superado con sobrado éxito; me temo que me va a gustar esto de viajar.

Espero crecer rápido para poder volver al Líbano con Nicolás y conocer mejor ese país, que me gustó mucho: gente encantadora, hermosos paisajes, una ciudad muy animada. Dicen mis papás que en muchos aspectos tiene cierta similitud con Colombia. Pronto tendré la oportunidad de comprobarlo yo mismo, ya que Bogotá es, tras una breve escala en Madrid, mi próximo destino.

Friday, October 23, 2009

Paseos de tarde

Me encuentro mejor. Quizás sea el clima, que ha mejorado mucho: ya la temperatura se está acercando a los 30ºC (de mínima) y empieza a ser muy agradable.

Desde la semana pasada estamos aprovechando casi todas las tardes para salir con mamá a pasear por el Marina Walk. Varias veces nos hemos encontrado allí con Carolina y con Nicolás. También hemos conocido a algunas otras personas del barrio, niños de todas las nacionalidades y niñas de todas las edades que me miran y me sonríen. Algunas veces papá llega a tiempo y nos encontramos abajo: con él pasamos un buen rato frente a las fuentes, esperando el día en que mamá nos dé por fin permiso de mojarnos ahí.

Hoy, sin embargo, cambiamos la rutina: fuimos hasta el Walk de JBR para cenar con Sheryl y Ángel. Estuvo bastante bien, yo estaba a gusto, me porté bien y no molesté en ningún momento; incluso disfruté de que ellos me tuvieran en brazos un buen rato.

Ya de vuelta a casa, mis papás están un poco nerviosos, recogiendo muchas cosas, empacando mucha ropa. Yo ya estoy cansado y me voy a dormir; mañana ya me enteraré de qué se trata.

Wednesday, October 14, 2009

Tres meses y por fin legal

Hoy estoy cumpliendo tres meses... el tiempo pasa muy rápido, parece mentira. En este corto tiempo he crecido 10 cm y ya peso el doble. Poco a poco voy durmiendo mejor por las noches y cada vez períodos más largos, aunque de tanto en tanto tengo días -como hoy- en los que no consigo estar tranquilo, lloro y grito mucho y pongo a prueba la paciencia de mis papás, por no decir la de los vecinos (que hasta ahora, sin embargo, no han protestado).

Tres meses: no hemos hecho nada particular para celebrarlo. Papá volvió pronto del trabajo y, como estos últimos días, bajamos todos juntos a caminar por el Walk y hemos estado mirando las fuentes: mirar únicamente, porque mamá no nos deja todavía jugar con el agua, pero es un momento divertido, ver los chorros, el sonido como olas del mar y las luces... sigo sorprendiéndome y descubriendo más detalles cada día, y es un rato relajante antes de volver a casa para tomar el baño, la cena y acostarme a dormir.

Lo que sí he recibido, digno de celebración, ha sido mi pasaporte con el sello del visado de residencia en Emiratos Árabes... ya puedo decir que, por fin, soy legal. Y ya puedo, por fin, empezar a planear mis primeros viajes con absoluta libertad.

Tuesday, October 13, 2009

Visita al doctor

Mañana cumplo 3 meses, así que ya era hora de un nuevo pinchazo. Ayer fuimos a ver al doctor MAC y me puso una inyección que me dolió muchísimo: grité muy fuerte y lloré durante un buen rato, pero poco después ya me fue pasando el dolor y me olvidé de todo.

Pasé prácticamente toda la tarde durmiendo. Por la noche mis papás pensaban que no los iba a dejar dormir, pero en realidad me desperté como a media noche, comí un poco y jugue un rato y luego me volví a quedar dormido hasta esta mañana.

Por lo demás, el doctor me encontró perfectamente. Tengo bien la lengua (el medicamento que tomé hace dos semanas hizo su efecto). Y sigo creciendo: mido ya 60 cm (con un
cabezón de 40,3 cm) y peso 6,26 Kg.

Monday, October 5, 2009

Pelao

Este fin de semana mis papás tenían una sorpresa guardada... el sábado, después de desayunar, salimos al Marina Mall. Después de caminar un rato, cuando ya me estaba quedando dormido, me sobresalté con un ruido muy molesto y me encontré con un señor cogiéndome la cabeza.

Fue mi primer corte de pelo, y me dejaron completamente pelado. Dice mamá que me veo mayor y que ahora me va a crecer una melena muy bonita... a ver. Ahora, al menos, creo que me siento un poco más fresco.

Friday, October 2, 2009

Todo normal...

Hace ya unos cuantos días que no escribo... y en realidad sólo puedo decir que hasta ahora todo sigue bien, lo normal. La verdad es que después de las vacunas, hace ya más de dos semanas, he tenido algo de desequilibrio con el sueño y, sobre todo, con las comidas. Algunos días incluso he hecho que mi mamá se pusiera muy nerviosa, al ver que no comía lo suficiente. Sin embargo, haciendo cuentas de lo que comía poco a poco a lo largo del día, al final era la cantidad normal prácticamente siempre.

Una de las razones por las que pensaban que no estaba comiendo bien era que tenía la lengua manchada, como si fuesen rastros de leche: el doctor dijo que, comprobado que no se qutaba con una limpieza adecuada, debía tomar un medicamento para prevenir que se formaran unos hongos. He estado tomando la medicina cuatro veces al día durante una semana. Mientras, mis papás estaban preocupados, pensando en llevarme al doctor, pero en realidad no había nada fuera de lo normal... así que aquí seguimos, poco a poco cogiendo de nuevo el ritmo.


Otra de las novedades de estas últimas semanas es que por primera vez nos quedamos mamá y yo solos: papá viajó por trabajo a Kenia de domingo a martes, así que estuvimos tres días echándolo de menos. Eso sí, mientras tanto jugamos y hablamos mucho, y por fin mamá se atreve a bañarme con confianza y los dos disfrutamos mucho.

Hoy ya estamos de fin de semana, los tres juntos. Yo sigo creciendo (debo pesar ya alrededor de 6 Kg y ya he empezado a usar pañales talla 3) y otra vez empiezo a comer las cantidades que en teoría son las adecuadas. En definitiva, todo normal.