Thursday, November 26, 2009

Llegaron papá y el abuelito

Hoy hemos estado toda la tarde en casa de la abuelita Isabel. Hemos estado muy bien con mi tía Cris, Nacho y Jorge Enrique y con mi tía Beatriz y Donald.

Cuando me he despertado con el ruido de la gente era ya muy tarde, más de las 10 de la noche. Cuando abrí los ojos, vi una cara conocida pero que hace mucho tiempo no veía: era papá. Supongo que después de 3 semanas sin verlo, sentía que él ya no existía; su aparición fue como ver un fantasma y creo que mi primera sensación fue de susto. Lloré un poco, pero después de que me cargó un rato y jugamos a volar y a hacer el péndulo como antes, y en la medida en que yo estaba más despierto, fui recordando, reconociendo y finalmente, antes de volverme a dormir, le sonreí.

Pero papá llegó además con una sorpresa: con él vino, desde Madrid, mi abuelito Luis Fernando. Nadie lo esperaba, así que la cara de asombro de mi mamá y mi abuelita cuando lo vieron fue similar a la mía cuando vi a papá.

Wednesday, November 18, 2009

Viajes y 4 meses

Los últimos días han sido realmente intensos. He sentido muchas cosas nuevas, unas muy agradables y otras no tanto. El jueves pasado mi mamá y yo salimos de casa y no regresamos. Mi papá se despidió de nosotros en un sitio que me pareció conocido, el aeropuerto. Esta vez, íbamos a Madrid. Volamos con Qatar Airways, un avión más grande y cómodo. Dormí todo el vuelo hasta Doha, donde hicimos escala durante una hora. La gente muy amable al ver a mi mamá sola conmigo en brazos y con mi maleta, nos ayudaron a llegar hasta un lugar donde tomaríamos otro avión. Está vez me pusieron en una cuna muy cómoda, en la que dormí todo el viaje hasta Madrid.

Allí nos estaban esperando mis abuelitos Pilar y Luis Fernando. Antes de ir a su casa mi mamá me puso mucha ropa encima que me agobiaba mucho, pero que evitó que en ese momento sintiera algo que sólo había sentido artificialmente, el frío. El coche de mi abuelo tenía una silla especial en la que me pusieron y que me dejaba ver por primera vez el cielo azul de Madrid, que tanta falta le hace a mamá.

En casa de los abuelos, me estaban esperando mis tíos Pipe, Alejandro y Sonia, que fueron desde Barcelona a conocerme con mis primos Carol y Santi, que por cierto, están bastante más grandes que yo. Fue una sorpresa realmente emocionante pasar el día con ellos. Ese mismo día por la tarde, fue a visitarnos mi tía Dalaia, me regaló un oso grande y muy suave con el que seguramente jugaré mucho. Al día siguiente más visitas, fueron a conocerme mis tíos Alberto, Oscar y Antonio y Natalia con su novio. Estuve muy tranquilo con ellos, nos hicimos muchas fotos y todos coincidieron en que soy muy parecido a mi papá.

Al día siguiente fuimos de nuevo al aeropuerto, está vez iríamos un poco más lejos, a Bogotá. Pasamos el día entero en el avión, con mi abuelita Pilar y mi mamá. Lo más extraño de todo es que después de 10 horas de viaje cuando llegamos todavía era de día. En Bogotá nos estaban esperando con mucha ilusión mis abuelitos Gissel y Oto, mi tía Lula, y mi tía Cristina. Fue muy emocionante para mis abuelos conocerme, me recibieron felices y yo les regalé una de mis mejores sonrisas.

En casa estaban mi bisabuela Isabel a la que reconocí de inmediato y en cuanto la vi, le hable cómo si la conociera de siempre. También estaban esperándome mis tíos Beatriz, Socorro, Mónica y Gerardo y mis primos Pipe, Diana, María Andrea, Clara y Johana. Cuando estaba dormido vinieron a verme las amigas de mi mamá Nati y Caro y al día siguiente me visitó Juan Felipe Lalinde. Una vez más, todos han coincidido en decir que soy igual a papá, y además me dicen que soy muy simpático y guapo.

Los días en Bogotá han sido algo intensos, muchas visitas, invitaciones, y yo sigo algo descontrolado con los horarios, con el día y la noche, con el clima, etc. pero menos de lo que mamá esperaba. He disfrutado mucho de mis días de vacaciones, me ha gustado el baño un poco más caliente, el sol de las mañanas, los mimos de mi tía Lula a la que ya le he soltado algunas carcajadas, las conversaciones con mi abuelo Oto, las caricias de mi abuela Gissel, los juegos de mis tíos Oto y Romi, en fin, he celebrado mi 4 mes en grande!.

Friday, November 6, 2009

Nuevas amigas

Esta tarde estuvo en casa María, una amiga española que hace tiempo quería venir a verme y nunca habíamos podido coincidir. Me trajo de regalo un gorro con la bandera de EAU, que me va a ir muy bien para el frío que viene.

Fue la última visita de esta semana, que ha sido muy movida. El viernes pasado volvió a casa Rosy, esta vez con su marido -que es de Valencia- y trajeron una paella. Vino con ellos Cecilia, otra amiga mexicana que tenía la barriga muy grande: tres días después nació su segunda hija y, como vivimos cerca, supongo que será una nueva amiga para mí.

Por último, el jueves por la noche, vinieron a cenar a casa Paula y Paul de Montmorin. Esta vez vinieron con Sofía e Inés, sus hijas, que son un poco más grandes que yo. Sofía ya tiene más de 2 años; Inés, que ya debe tener casi un año, ya sabe caminar. En algún momento, mientras ellas jugaban y gritaban -y como yo estaba un poco indispuesto por las vacunas de la mañana- me asusté con el ruido. Luego me di cuenta de que en realidad no era nada; yo espero crecer rápido para poder moverme solo y así poder jugar con ellas también.

Thursday, November 5, 2009

Al doctor, otra vez

Esta mañana volvimos a ver al doctor MAC. En el momento de entrar a su consultorio, empecé a gritar, nervioso. En parte porque me estaban interrumpiendo mi comida y en parte porque creo recordar que la última vez que estuve en ese lugar sentí mucho dolor. Ni siquiera los peces de colores en medio de la sala me lograron calmar. Al rato supe por qué no me gusta mucho ese sitio... después de que el doctor me examinó, me hizo beber algo muy desagradable y luego me dio un pinchazo en la pierna: las vacunas de este mes.

La buena noticia es que todo marcha perfectamente: con casi cuatro meses, mido 62,5 cm, lo normal, y soy un gordo que pesa 7 Kg (en el límite superior de lo normal, igual que mi papá).