- Cereales: además de los típicos de arroz y trigo, ahora tengo también uno con frutas. Casi todas las mañanas papá me prepara una buena papilla de desayuno. Comemos juntos y después -como acabo siempre untado- nos vamos directamente a la ducha (agua fría con papá, calentita con mamá). Me encanta mi desayuno de cereales.
- Verduras y carne: mamá es ya una experta cocinándome unas sopas y papillas deliciosas, y cada vez va inventando recetas nuevas. Tomate, champiñones, pimiento, brócoli, cebolla, ternera, lentejas... son sólo algunos de los ingredientes que mamá ha ido añadiendo últimamente. Me encantan mis papillas.
- Frutas: además de manzanas, peras y plátanos, devoro mandarinas, melón, sandía y, en realidad, cualquier fruta que pase por mis manos. Me encanta la sensación refrescante.
- Huevo: estoy comiendo la yema de huevo tibio al menos dos veces por semana. Por ahora no me dan la clara, yo creo que porque papá (a mamá no la he visto ni probarla) quiere comérsela. Me encanta el huevo.
- Pescado: el sábado compramos un filete de hammour; a mí me tocó un pequeño trozo hervido. El resto se lo comieron mis papás con una salsa de verduras y una botella de vino blanco. El de ellos se veía muy apetecible, pero el mío estaba muy bueno también. Me encantó el pescado.
- Pollo. O mejor dicho, huesos de pollo: hoy mis papás tenían de almuerzo unas patitas de pollo que olían muy bien. Como yo ya había terminado mi comida, me dieron uno de los huesos para que me entretuviera. Siguiendo el ejemplo de papá, empecé a roer el hueso. Por fin descubrí un buen uso para mi diente que ha compensado el dolor que me causó al salir. Además ahora entiendo por qué papá tiene esa cara de placer al comer. Me encantó mi hueso y estoy seguro de que también me quedó cara de satisfacción.
Wednesday, April 21, 2010
Nuevos sabores
En estos últimos días he tenido un montón de experiencias nuevas. Para empezar, voy a hablar de la comida - desde que el doctor me dio vía libre he probado:
Wednesday, April 14, 2010
Nueve meses, un diente, un golpe
Hoy cumplo nueve meses: he tenido consulta con el pediatra y el doctor me ha dicho que estoy perfectamente y que, además, soy muy guapo. He pesado 9,02 Kg y ya mido 72 cm. Creo que justo un poquito por encima de la media.
El Dr. MAC comprobó también que el moretón que tengo en la frente no tiene nada de preocupante y que se me va a pasar enseguida, sólo con un poco de hielo (tal como hizo mamá). La historia es que desde hace tiempo me llama la atención cualquier cosa que haya sobre las mesas de noche de mis papás; el domingo, después de la ducha y mientras jugábamos en la cama, intentando estirarme para coger un anillo de mamá, di un brinco con tal fuerza que fui a parar justamente en el borde de la mesilla... qué dolor, y vaya grito que pegué. Afortunadamente todo quedó en nada más que un susto, mamá me tranquilizó (después de calmarse ella al ver que no había sangre) y me puso hielo en la frente para aliviarme. Al rato a mí ya se me había olvidado todo pero, con el chichón que me ha quedado, el recuerdo ha hecho sufrir mucho a mamá.
Pero bueno, tengo más buenas noticias: el doctor me ha dicho que ya puedo comer de todo, así que esta semana empezaré con huevos y pescado. Ya era hora de variar un poco, porque ya me estoy cansando de la misma leche y, sobre todo, ahora que por fin tengo mi primer diente quiero empezar a usarlo. A ver cuándo me como un buen chuletón.
Por último, el doctor también me recomendó que fuera a la piscina para no tenerle miedo al agua, empezar a aprender a flotar y sobre todo a jugar y chapotear. Genial, pues el fin de semana pasado estuvimos un buen rato y la verdad es que disfruté mucho; me encanta el agua y, ahora que ya viene el calor, es muy refrescante, perfecta para preparar una buena siesta.
El Dr. MAC comprobó también que el moretón que tengo en la frente no tiene nada de preocupante y que se me va a pasar enseguida, sólo con un poco de hielo (tal como hizo mamá). La historia es que desde hace tiempo me llama la atención cualquier cosa que haya sobre las mesas de noche de mis papás; el domingo, después de la ducha y mientras jugábamos en la cama, intentando estirarme para coger un anillo de mamá, di un brinco con tal fuerza que fui a parar justamente en el borde de la mesilla... qué dolor, y vaya grito que pegué. Afortunadamente todo quedó en nada más que un susto, mamá me tranquilizó (después de calmarse ella al ver que no había sangre) y me puso hielo en la frente para aliviarme. Al rato a mí ya se me había olvidado todo pero, con el chichón que me ha quedado, el recuerdo ha hecho sufrir mucho a mamá.
Pero bueno, tengo más buenas noticias: el doctor me ha dicho que ya puedo comer de todo, así que esta semana empezaré con huevos y pescado. Ya era hora de variar un poco, porque ya me estoy cansando de la misma leche y, sobre todo, ahora que por fin tengo mi primer diente quiero empezar a usarlo. A ver cuándo me como un buen chuletón.
Por último, el doctor también me recomendó que fuera a la piscina para no tenerle miedo al agua, empezar a aprender a flotar y sobre todo a jugar y chapotear. Genial, pues el fin de semana pasado estuvimos un buen rato y la verdad es que disfruté mucho; me encanta el agua y, ahora que ya viene el calor, es muy refrescante, perfecta para preparar una buena siesta.
Friday, April 2, 2010
¡Feliz cumpleaños, mamá!
¡Feliz cumpleaños, mamá! Te amo...
Después de una larga noche -me desperté varias veces y me costaba volver a dormir- en la que mamá tuvo que desvelarse, esta mañana muy temprano me levanté y con papá fuimos a despertar a mamá a la cama para darle el primer beso de cumpleaños. La noté diferente, muy bonita y probablemente pareciendo más joven; papá me contó que se había cortado el pelo y me dijo que, aunque él tampoco se fija en esas cosas habitualmente, es muy importante poner atención y elogiar a las mujeres en esos casos.
Con papá llevamos tiempo pensando en qué regalarle o qué sorpresa prepararle a mamá y no hemos podido ponernos de acuerdo. Yo he tenido un montón de ideas, pero papá no me ha sido de mucha ayuda en esta ocasión; creo que para el año que viene voy a tener que organizarlo todo yo solo, porque si sigo esperando a que él haga algo, nos vamos a quedar otra vez igual.
Lo bueno es que coincidencialmente Feriel -la amiga de mamá de Túnez con quien vivió en Barcelona- está visitando Dubai este fin de semana. Fuimos a almorzar con ellos en el Dubai Mall y después fuimos a tomar el aire en el Boardwalk, mirando el Creek. Nunca habíamos estado allí y es un lugar muy bonito.
Pero lo agradable del lugar lo estropeé con mis gritos: quizás era por la molestia -incluso comer mis galletas me duele- de los dientes, que parece que por fin van a salir, o quizás era por envidia al ver que hoy mamá me estaba robando el protagonismo.
La realidad: seguramente una mezcla de las dos. Es cierto que siento dolor en las encías y quiero estar mordiendo cosas todo el día, preferiblemente frescas. Pero también es verdad que, una vez regresamos a casa, me calmé y me dediqué a hacer lo de siempre: jugar con mis cosas, coger las cosas de mis papás y ver los Simpson en la tele.
Ahora, que ya estamos todos cansados, me voy a dormir y voy a dejar que mis papás -si no los vence el sueño antes- disfruten de una buena botella de vino.
Después de una larga noche -me desperté varias veces y me costaba volver a dormir- en la que mamá tuvo que desvelarse, esta mañana muy temprano me levanté y con papá fuimos a despertar a mamá a la cama para darle el primer beso de cumpleaños. La noté diferente, muy bonita y probablemente pareciendo más joven; papá me contó que se había cortado el pelo y me dijo que, aunque él tampoco se fija en esas cosas habitualmente, es muy importante poner atención y elogiar a las mujeres en esos casos.
Con papá llevamos tiempo pensando en qué regalarle o qué sorpresa prepararle a mamá y no hemos podido ponernos de acuerdo. Yo he tenido un montón de ideas, pero papá no me ha sido de mucha ayuda en esta ocasión; creo que para el año que viene voy a tener que organizarlo todo yo solo, porque si sigo esperando a que él haga algo, nos vamos a quedar otra vez igual.
Lo bueno es que coincidencialmente Feriel -la amiga de mamá de Túnez con quien vivió en Barcelona- está visitando Dubai este fin de semana. Fuimos a almorzar con ellos en el Dubai Mall y después fuimos a tomar el aire en el Boardwalk, mirando el Creek. Nunca habíamos estado allí y es un lugar muy bonito.
Pero lo agradable del lugar lo estropeé con mis gritos: quizás era por la molestia -incluso comer mis galletas me duele- de los dientes, que parece que por fin van a salir, o quizás era por envidia al ver que hoy mamá me estaba robando el protagonismo.
La realidad: seguramente una mezcla de las dos. Es cierto que siento dolor en las encías y quiero estar mordiendo cosas todo el día, preferiblemente frescas. Pero también es verdad que, una vez regresamos a casa, me calmé y me dediqué a hacer lo de siempre: jugar con mis cosas, coger las cosas de mis papás y ver los Simpson en la tele.
Ahora, que ya estamos todos cansados, me voy a dormir y voy a dejar que mis papás -si no los vence el sueño antes- disfruten de una buena botella de vino.
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