Sunday, December 20, 2009

Regreso a Dubai: 5 meses

De regreso a casa hicimos una pequeña escala en Madrid, en casa de mis abuelos Pilar y Luis Fernando. Era ya prácticamente invierno, así que notaba algo menos de luz, pero en esa casa lo que echaba de menos, y que no había reparado del todo en Bogotá, era a Manolo, el perro tan querido por mis abuelos y al que yo desplacé durante unas semanas ocupando su territorio y acaparando toda la atención; a pesar de ello, se portó especialmente bien conmigo, observándome, siguiéndome, pero siempre manteniendo una prudente distancia. Realmente, como dicen mis abuelos, debe ser un perro muy inteligente.

En Madrid fueron pocos días, pero muy intensos. Recibí más visitas, entre otras la de los tíos “gamanes” (Sergio, Jaime y Jorge, con sus mujeres) que vinieron desde Barcelona y Valencia sólo para conocerme... y meterse unas buenas comilonas. Dicen que también fue a Madrid el tío Yeti, pero que su impredecible salud lo obligó a volver a Alicante antes de poder verlo. Todavía no sé lo que significa eso de Gamanes, pero sé que yo también soy “un gamancito” y que hay dos más que vienen en camino, los mellizos (ojalá mellizas) de Cristina y Jorge.


El último día,gracias a la casualidad, conocí a la prima Angela que iba de camino a Popayán con Álvaro y sus hijos, Nicolás y Natalia, quienes viven en Guinea Ecuatorial.


Se acababan las vacaciones: el viaje de regreso fue algo aburrido, pasamos el día entero en el avión y ya son demasiados vuelos en tan poco tiempo. Aunque logré dormir profundamente, los momentos en los que estuve despierto no pude estar tranquilo, así que fue (y fui) un poco pesado. Finalmente aterrizamos en Dubai, después de un último vuelo lleno de argentinos que venían hasta aquí, según contaban algunos incluso endeudándose hasta las cejas, sólo por ver un par de partidos de fútbol...


Cuando llegamos a casa, tenía unas sensaciones extrañas, después de 5 semanas fuera. Tumbado en la cama de mis papás, miraba para todas partes intentando reconocer los cuadros y todos los objetos a mi alrededor... ¡Creo que ya no lo recordaba!


Los días siguientes fueron algo confusos, sobretodo los momentos en que sentía sueño pero aún no era la hora de dormir, o cuando quería jugar pero estaba completamente oscuro. Poco a poco, sin mucha prisa, me fui acostumbrando al horario del desierto, hasta que conseguí dormir de noche y estar despierto durante el día. Quien sufrió más, de cualquier modo, fue mamá, a quien por mis horarios le costó mucho más trabajo adaptarse y superar el jet lag.


Ahora he cumplido mi quinto mes y he tenido visita al Doctor MAC: otra vez me puso una vacuna, y esta vez no grité con el pinchazo, sino cuando entró aquel líquido espeso en mi pierna. Además, constató lo que todos notaban y sobre todo mi abuelita Isabel insistía: he crecido una barbaridad durante este mes, más o menos 5 cm y 1 Kg.


El Doctor MAC sugirió que ya podría empezar a comer poco a poco y que debería empezar por las frutas. Al día siguiente papá y mamá, cámara en mano, registraron el momento de mi primera merienda de compota de manzana. Me gustó muchísimo y para sorpresa de mis padres pude comer con cuchara sin untarme demasiado: Pero, como la ocasión requería de la foto con mi cara llena de manzana, a mamá se le derramó algo en mis mejillas y dispararon hasta conseguir la foto perfecta.

Wednesday, December 9, 2009

Colombia: Los 90 de la abuelita y mi bautizo

Las vacaciones en Colombia fueron estupendas. Durante el mes que pasamos allí, engordé un Kg. y crecí 5 cm. Ya paso muchas más horas despierto durante el día. He descubierto que además de jugar con mis muñecos también lo puedo hacer con mis pies: me encanta metérmelos a la boca, ¡aunque a veces los calcetines no me dejan morderlos! También empiezo a ser un poco más ágil: ya he descubierto que puedo darme la vuelta, aunque no tengo del todo controlada la técnica y a veces se me enreda el brazo.

En Bogotá conocí a mucha gente: tíos, primos, amigos, vecinos, en fin... Todos fueron muy amables y me regalaron muchas cosas lindas. Gracias a todos por ser tan especiales conmigo.

El primer fin de semana que estuvo papá con nosotros fue la celebración del 90 cumpleaños de mi bisabuelita Isabel. Estuvimos en el Sisga, en la casa de mis tíos Beatriz y Donald. Fue una fiesta preciosa, con toda la familia Guzmán. Y como yo era el único de los bisnietos presente, le robé parte del protagonismo a la abuelita. Mis papás, mis abuelos y mis tíos maternos y paternos sembraron un árbol en mi nombre y otros en nombre de mis primos Carolina y Santiago; es un cedro que seguro tardará mucho en crecer, pero espero ir a visitar cada vez que vaya de vacaciones a Colombia, probablemente con José María, el hijo de Alvarito y Erika que está a punto de nacer y que, cómo no, también tiene su árbol.

El otro gran acontecimiento en Bogotá fue mi Bautizo, el 30 de noviembre a las 12 del día en la Iglesia de Santa Clara. Estuve toda la misa despierto, sonriendo y jugando, incluso el sacerdote que ofició lo notó y varias veces mencionó mi nombre. Después de la misa me llevaron a una pila en la que estaban mis padrinos Otto y Lula, mi bisabuela y mis papás. El padre hablaba de mí y varias veces puso su mano en mi frente, en mi pecho y en mi cabeza; me echaron agua pura de río Jordán y aceite de oliva virgen de Belén, ambos regalo de mi amigo Nicolás, como recordatorio de su propio bautizo en El Líbano.

Después de la ceremonia fuimos a almorzar casa de mis abuelos, todo exquisitamente preparado por mi tía Lula. Al día siguiente revivimos la misa, pues casualmente la habían grabado para emitirla por televisión. Tres veces la transmitieron, y tres veces estaban mi abuela y mi mamá pegadas al televisor.

Colombia me ha gustado mucho, intentaré volver cada vez que pueda a pasar mis vacaciones y mantener un fuerte vínculo. Una vez más gracias a mis abuelitos por su cariño, a mi tía Andalucía por dormir conmigo cada noche y despertarse para darme de comer, a mis tíos Romi y Otto por haber ido desde Argentina a conocerme, a mi bisabuela por sus mimos y a todos los demás tíos, primos y amigos por hacerme sentir feliz.

Thursday, November 26, 2009

Llegaron papá y el abuelito

Hoy hemos estado toda la tarde en casa de la abuelita Isabel. Hemos estado muy bien con mi tía Cris, Nacho y Jorge Enrique y con mi tía Beatriz y Donald.

Cuando me he despertado con el ruido de la gente era ya muy tarde, más de las 10 de la noche. Cuando abrí los ojos, vi una cara conocida pero que hace mucho tiempo no veía: era papá. Supongo que después de 3 semanas sin verlo, sentía que él ya no existía; su aparición fue como ver un fantasma y creo que mi primera sensación fue de susto. Lloré un poco, pero después de que me cargó un rato y jugamos a volar y a hacer el péndulo como antes, y en la medida en que yo estaba más despierto, fui recordando, reconociendo y finalmente, antes de volverme a dormir, le sonreí.

Pero papá llegó además con una sorpresa: con él vino, desde Madrid, mi abuelito Luis Fernando. Nadie lo esperaba, así que la cara de asombro de mi mamá y mi abuelita cuando lo vieron fue similar a la mía cuando vi a papá.

Wednesday, November 18, 2009

Viajes y 4 meses

Los últimos días han sido realmente intensos. He sentido muchas cosas nuevas, unas muy agradables y otras no tanto. El jueves pasado mi mamá y yo salimos de casa y no regresamos. Mi papá se despidió de nosotros en un sitio que me pareció conocido, el aeropuerto. Esta vez, íbamos a Madrid. Volamos con Qatar Airways, un avión más grande y cómodo. Dormí todo el vuelo hasta Doha, donde hicimos escala durante una hora. La gente muy amable al ver a mi mamá sola conmigo en brazos y con mi maleta, nos ayudaron a llegar hasta un lugar donde tomaríamos otro avión. Está vez me pusieron en una cuna muy cómoda, en la que dormí todo el viaje hasta Madrid.

Allí nos estaban esperando mis abuelitos Pilar y Luis Fernando. Antes de ir a su casa mi mamá me puso mucha ropa encima que me agobiaba mucho, pero que evitó que en ese momento sintiera algo que sólo había sentido artificialmente, el frío. El coche de mi abuelo tenía una silla especial en la que me pusieron y que me dejaba ver por primera vez el cielo azul de Madrid, que tanta falta le hace a mamá.

En casa de los abuelos, me estaban esperando mis tíos Pipe, Alejandro y Sonia, que fueron desde Barcelona a conocerme con mis primos Carol y Santi, que por cierto, están bastante más grandes que yo. Fue una sorpresa realmente emocionante pasar el día con ellos. Ese mismo día por la tarde, fue a visitarnos mi tía Dalaia, me regaló un oso grande y muy suave con el que seguramente jugaré mucho. Al día siguiente más visitas, fueron a conocerme mis tíos Alberto, Oscar y Antonio y Natalia con su novio. Estuve muy tranquilo con ellos, nos hicimos muchas fotos y todos coincidieron en que soy muy parecido a mi papá.

Al día siguiente fuimos de nuevo al aeropuerto, está vez iríamos un poco más lejos, a Bogotá. Pasamos el día entero en el avión, con mi abuelita Pilar y mi mamá. Lo más extraño de todo es que después de 10 horas de viaje cuando llegamos todavía era de día. En Bogotá nos estaban esperando con mucha ilusión mis abuelitos Gissel y Oto, mi tía Lula, y mi tía Cristina. Fue muy emocionante para mis abuelos conocerme, me recibieron felices y yo les regalé una de mis mejores sonrisas.

En casa estaban mi bisabuela Isabel a la que reconocí de inmediato y en cuanto la vi, le hable cómo si la conociera de siempre. También estaban esperándome mis tíos Beatriz, Socorro, Mónica y Gerardo y mis primos Pipe, Diana, María Andrea, Clara y Johana. Cuando estaba dormido vinieron a verme las amigas de mi mamá Nati y Caro y al día siguiente me visitó Juan Felipe Lalinde. Una vez más, todos han coincidido en decir que soy igual a papá, y además me dicen que soy muy simpático y guapo.

Los días en Bogotá han sido algo intensos, muchas visitas, invitaciones, y yo sigo algo descontrolado con los horarios, con el día y la noche, con el clima, etc. pero menos de lo que mamá esperaba. He disfrutado mucho de mis días de vacaciones, me ha gustado el baño un poco más caliente, el sol de las mañanas, los mimos de mi tía Lula a la que ya le he soltado algunas carcajadas, las conversaciones con mi abuelo Oto, las caricias de mi abuela Gissel, los juegos de mis tíos Oto y Romi, en fin, he celebrado mi 4 mes en grande!.

Friday, November 6, 2009

Nuevas amigas

Esta tarde estuvo en casa María, una amiga española que hace tiempo quería venir a verme y nunca habíamos podido coincidir. Me trajo de regalo un gorro con la bandera de EAU, que me va a ir muy bien para el frío que viene.

Fue la última visita de esta semana, que ha sido muy movida. El viernes pasado volvió a casa Rosy, esta vez con su marido -que es de Valencia- y trajeron una paella. Vino con ellos Cecilia, otra amiga mexicana que tenía la barriga muy grande: tres días después nació su segunda hija y, como vivimos cerca, supongo que será una nueva amiga para mí.

Por último, el jueves por la noche, vinieron a cenar a casa Paula y Paul de Montmorin. Esta vez vinieron con Sofía e Inés, sus hijas, que son un poco más grandes que yo. Sofía ya tiene más de 2 años; Inés, que ya debe tener casi un año, ya sabe caminar. En algún momento, mientras ellas jugaban y gritaban -y como yo estaba un poco indispuesto por las vacunas de la mañana- me asusté con el ruido. Luego me di cuenta de que en realidad no era nada; yo espero crecer rápido para poder moverme solo y así poder jugar con ellas también.

Thursday, November 5, 2009

Al doctor, otra vez

Esta mañana volvimos a ver al doctor MAC. En el momento de entrar a su consultorio, empecé a gritar, nervioso. En parte porque me estaban interrumpiendo mi comida y en parte porque creo recordar que la última vez que estuve en ese lugar sentí mucho dolor. Ni siquiera los peces de colores en medio de la sala me lograron calmar. Al rato supe por qué no me gusta mucho ese sitio... después de que el doctor me examinó, me hizo beber algo muy desagradable y luego me dio un pinchazo en la pierna: las vacunas de este mes.

La buena noticia es que todo marcha perfectamente: con casi cuatro meses, mido 62,5 cm, lo normal, y soy un gordo que pesa 7 Kg (en el límite superior de lo normal, igual que mi papá).

Monday, October 26, 2009

Líbano

El viernes madrugamos. Lo que mis papás estaban preparando era un viaje a Líbano y, por tanto, mi primer viaje en avión. Tomamos el vuelo de Fly Dubai a Beirut y todo fue de maravilla: en el aeropuerto, sin problemas; y en el avión, perfecto: dormí todo el vuelo, no tuve dolor en los oídos y sólo cuando aterrizamos tuve hambre.

En el aeropuerto nos estaba esperando Charbel; fuimos a casa, donde estaban Carolina, Nicolás y el resto de la familia. Después de descansar un rato fuimos al centro de Beirut a pasear y a cenar. Es una ciudad muy bonita, todo reconstruido después de tantos años de tantas guerras. Es habitual -como comprobamos- oir a la vez los cantos de las mezquitas y las campanas de las iglesias, que son muchas y unas al lado de otras.

Al día siguiente, el sábado, después de desayunar en casa de los padres de Charbel, salimos hacia Jeitta Grotto, una cueva espectacular de estalactitas y estalagmitas. En realidad hay dos entradas a la gruta: una superior, que se recorre a pie, y que la visité cargado por mi papá. La segunda, la entrada inferior, lleva a un paseo en una barca por una especie de lago que se ha creado dentro de la gruta. Ahí hacía mucho frío y el contraste me hizo sentir incómodo. Lloré un poco pero enseguida me quedé dormido. Fue una siesta reparadora.

Desde allí, fuimos a Biblos, la antigua ciudad fenicia. Mis papás y Alexis visitaron las ruinas del castillo de los cruzados y las excavaciones de las ruinas romanas. Yo, mientras tanto, y como no podía entrar con mi carrito a la zona de las ruinas, me quedé con Carolina y Charbel afuera. A la salida de la visita, ya al atardecer, dimos un paseo por el zoco y nos regalaron un libro de Líbano, para preparar nuestra próxima visita. Para terminar el día, en un restaurante del antiguo puerto fenicio, tomaron una copiosa cena mientras yo dormía una merecida siesta. Antes de regresar a casa, en vista del recorrido relativamente largo que nos esperaba, mamá decidió cambiarme el pañal antes de arrancar, y no encontró mejor lugar para hacerlo que el maletero del coche de Charbel. De vuelta a casa, los padres de Charbel tenían para mí de regalo una cadena y una cruz muy bonitas.

El domingo, finalmente, era el gran día: celebrábamos el bautizo de Nicolás. La ceremonia se ofició en un pequeño monasterio en lo alto de las montañas; un lugar apacible, con una muy bonita vista y que dicen es un importante lugar sagrado. Es el primer bautizo al que voy, y el primero también en mucho tiempo al que van mis papás: la ceremonia fue muy bonita, celebrada en árabe y en arameo y, aunque no podíamos entender lo que se decía, se podía notar que era muy emotiva, una ocasión muy especial. Yo me vestí con mis mejores galas, que por poco ya no me entran. Estuve atento a la ceremonia, aunque creo que me llegué a marear en algún momento con el olor del incienso. Después, desde ahí fuimos a un restaurante donde terminamos la celebración con un exquisito banquete de comida libanesa que espero poder probar pronto, pues viendo la cara de papá probándolo todo y quedando a reventar, no tengo
duda de que estará todo buenísimo.

Y hoy, finalmente, estamos de vuelta en Dubai. Esta mañana también madrugamos, nos despedimos de Carolina y Nicolás, y Charbel nos llevó al aeropuerto con su tío. Después de un vuelo también bueno -solamente tuve algo de molestia, quizás en los oídos, poco después de despegar- y puntual, hemos llegado a casa, donde he vuelto a encontrar mi cama, mi silla y algunos de los juguetes que ya reconozco. Ha sido un fin de semana largo, muy intenso y muy divertido. La prueba de mi primer viaje en avión la he superado con sobrado éxito; me temo que me va a gustar esto de viajar.

Espero crecer rápido para poder volver al Líbano con Nicolás y conocer mejor ese país, que me gustó mucho: gente encantadora, hermosos paisajes, una ciudad muy animada. Dicen mis papás que en muchos aspectos tiene cierta similitud con Colombia. Pronto tendré la oportunidad de comprobarlo yo mismo, ya que Bogotá es, tras una breve escala en Madrid, mi próximo destino.

Friday, October 23, 2009

Paseos de tarde

Me encuentro mejor. Quizás sea el clima, que ha mejorado mucho: ya la temperatura se está acercando a los 30ºC (de mínima) y empieza a ser muy agradable.

Desde la semana pasada estamos aprovechando casi todas las tardes para salir con mamá a pasear por el Marina Walk. Varias veces nos hemos encontrado allí con Carolina y con Nicolás. También hemos conocido a algunas otras personas del barrio, niños de todas las nacionalidades y niñas de todas las edades que me miran y me sonríen. Algunas veces papá llega a tiempo y nos encontramos abajo: con él pasamos un buen rato frente a las fuentes, esperando el día en que mamá nos dé por fin permiso de mojarnos ahí.

Hoy, sin embargo, cambiamos la rutina: fuimos hasta el Walk de JBR para cenar con Sheryl y Ángel. Estuvo bastante bien, yo estaba a gusto, me porté bien y no molesté en ningún momento; incluso disfruté de que ellos me tuvieran en brazos un buen rato.

Ya de vuelta a casa, mis papás están un poco nerviosos, recogiendo muchas cosas, empacando mucha ropa. Yo ya estoy cansado y me voy a dormir; mañana ya me enteraré de qué se trata.

Wednesday, October 14, 2009

Tres meses y por fin legal

Hoy estoy cumpliendo tres meses... el tiempo pasa muy rápido, parece mentira. En este corto tiempo he crecido 10 cm y ya peso el doble. Poco a poco voy durmiendo mejor por las noches y cada vez períodos más largos, aunque de tanto en tanto tengo días -como hoy- en los que no consigo estar tranquilo, lloro y grito mucho y pongo a prueba la paciencia de mis papás, por no decir la de los vecinos (que hasta ahora, sin embargo, no han protestado).

Tres meses: no hemos hecho nada particular para celebrarlo. Papá volvió pronto del trabajo y, como estos últimos días, bajamos todos juntos a caminar por el Walk y hemos estado mirando las fuentes: mirar únicamente, porque mamá no nos deja todavía jugar con el agua, pero es un momento divertido, ver los chorros, el sonido como olas del mar y las luces... sigo sorprendiéndome y descubriendo más detalles cada día, y es un rato relajante antes de volver a casa para tomar el baño, la cena y acostarme a dormir.

Lo que sí he recibido, digno de celebración, ha sido mi pasaporte con el sello del visado de residencia en Emiratos Árabes... ya puedo decir que, por fin, soy legal. Y ya puedo, por fin, empezar a planear mis primeros viajes con absoluta libertad.

Tuesday, October 13, 2009

Visita al doctor

Mañana cumplo 3 meses, así que ya era hora de un nuevo pinchazo. Ayer fuimos a ver al doctor MAC y me puso una inyección que me dolió muchísimo: grité muy fuerte y lloré durante un buen rato, pero poco después ya me fue pasando el dolor y me olvidé de todo.

Pasé prácticamente toda la tarde durmiendo. Por la noche mis papás pensaban que no los iba a dejar dormir, pero en realidad me desperté como a media noche, comí un poco y jugue un rato y luego me volví a quedar dormido hasta esta mañana.

Por lo demás, el doctor me encontró perfectamente. Tengo bien la lengua (el medicamento que tomé hace dos semanas hizo su efecto). Y sigo creciendo: mido ya 60 cm (con un
cabezón de 40,3 cm) y peso 6,26 Kg.

Monday, October 5, 2009

Pelao

Este fin de semana mis papás tenían una sorpresa guardada... el sábado, después de desayunar, salimos al Marina Mall. Después de caminar un rato, cuando ya me estaba quedando dormido, me sobresalté con un ruido muy molesto y me encontré con un señor cogiéndome la cabeza.

Fue mi primer corte de pelo, y me dejaron completamente pelado. Dice mamá que me veo mayor y que ahora me va a crecer una melena muy bonita... a ver. Ahora, al menos, creo que me siento un poco más fresco.

Friday, October 2, 2009

Todo normal...

Hace ya unos cuantos días que no escribo... y en realidad sólo puedo decir que hasta ahora todo sigue bien, lo normal. La verdad es que después de las vacunas, hace ya más de dos semanas, he tenido algo de desequilibrio con el sueño y, sobre todo, con las comidas. Algunos días incluso he hecho que mi mamá se pusiera muy nerviosa, al ver que no comía lo suficiente. Sin embargo, haciendo cuentas de lo que comía poco a poco a lo largo del día, al final era la cantidad normal prácticamente siempre.

Una de las razones por las que pensaban que no estaba comiendo bien era que tenía la lengua manchada, como si fuesen rastros de leche: el doctor dijo que, comprobado que no se qutaba con una limpieza adecuada, debía tomar un medicamento para prevenir que se formaran unos hongos. He estado tomando la medicina cuatro veces al día durante una semana. Mientras, mis papás estaban preocupados, pensando en llevarme al doctor, pero en realidad no había nada fuera de lo normal... así que aquí seguimos, poco a poco cogiendo de nuevo el ritmo.


Otra de las novedades de estas últimas semanas es que por primera vez nos quedamos mamá y yo solos: papá viajó por trabajo a Kenia de domingo a martes, así que estuvimos tres días echándolo de menos. Eso sí, mientras tanto jugamos y hablamos mucho, y por fin mamá se atreve a bañarme con confianza y los dos disfrutamos mucho.

Hoy ya estamos de fin de semana, los tres juntos. Yo sigo creciendo (debo pesar ya alrededor de 6 Kg y ya he empezado a usar pañales talla 3) y otra vez empiezo a comer las cantidades que en teoría son las adecuadas. En definitiva, todo normal.

Sunday, September 20, 2009

Eid Mubarak!

En el calendario islámico, el Eid ul-Fitr es el primer día del Shawwal (el décimo mes lunar) y significa por tanto el final del Ramadán y del correspondiente ayuno. Con ocasión del Eid tenemos dos días festivos, así que papá estará en casa hoy y mañana. Pero lo curioso es que, como el inicio del mes lunar no se determina hasta el último momento, el comité de sabios que evalúa la posición de la luna no decretó que el Eid ul-Fitr sería hoy hasta ayer a las 8:30 pm. Por lo tanto, hasta anoche no sabíamos si los festivos serían hoy y mañana, o mañana y pasado.

Estamos disfrutando, pues, de un largo fin de semana de cuatro días. Yo ya estoy recuperándome del descuadre de los días posteriores a la vacuna
y en los que he estado un poco inquieto, sí, pero sobre todo con los horarios bastante alterados. Tanto que mamá, en más de una ocasión ha estado al borde de la desesperación; papá la molesta diciéndole que la vió zarandeándome en un momento en que me preguntaba agobiada qué me pasaba... una broma que hace sufrir a mi mamá, pero que aún si hubiese sido cierto, yo no tengo más remedio que reconocer que me lo merecía.

Después de la semana intensa, mamá fue el viernes de compras mientras yo estaba en casa con papá. No tardó mucho en regresar, pues por lo visto los centros comerciales estaban llenos como nunca: claro, mucha gente compra a última hora todo lo necesario para las celebraciones del Eid, que incluyen vestirse con ropa nueva, regalos para los niños y visitar a familiares y amigos,
y atenderlos ofreciéndoles comida tradicional.

Ayer, después de desayunar, mis papás me sacaron corriendo. Íbamos
cargados con muchas cosas, yo no me había querido terminar el biberón y creo que tenía algo de sueño; todo era raro y en el coche, como protesta por no saber qué ocurría, grité y lloré. Por fin, después de un rato, llegamos a la playa... con que eso era lo que tramaban. Aún era temprano y no hacía mucho calor. La brisa era agradable. Terminé allí mi tetero (e incluso mamá me tuvo que amamantar para completar la dosis), dormí la siesta e hicimos un montón de fotos. Papá, que sí se bañó, me metió los pies en el agua del mar, que estaba de una temperatura muy agradable, pero el baño de verdad me lo reservo para más adelante.

Tuesday, September 15, 2009

Pinchazo

Ayer cumplí dos meses, 14 de septiembre. Hoy tocaba visita al médico y papá, que ha tenido un día muy complicado, no nos ha podido acompañar. Así que fui con mamá: era la primera vez que íbamos únicamente dos en el coche y por tanto la primera vez que iba yo solo en mi silla, sin nadie al lado que me acompañara. Sería el susto de sentirme amarrado sin que nadie me pudiese ayudar a nada lo que me hizo llorar casi todo el trayecto, hasta que por fin ya cerca del consultorio me empecé a dormir. Luego me enteré de que mamá, de impotencia al no poder ver qué me pasaba, estuvo también llorando,probablemente más que yo, mientras conducía.

Vimos al doctor, me examinó y dijo que estoy perfectamente. Peso ya 5.400 gr. y mido 58 cm. La verdad es que empiezo a verme bastante gordo, casi tanto como dicen que estaba papá hace unos meses.

Y después, la sorpresa: una vacuna bebida y un pinchazo en la pierna derecha. ¡Qué dolor! pero después me dieron un jarabe para el dolor y listo, pasé la tarde tranquilo, quizás medio dopado. Me ha costado comer regularmente hoy, pero aparte de eso no he tenido más molestias. Hace un rato sentía calor y creo que me dolía todo; tomé otra dosis de Tylenol con sabor a cereza, comí un poco, y ya estoy listo para ir a dormir.

Monday, September 14, 2009

Pasaportes

Ya tengo pasaportes. Ayer, papá recogió de la Embajada de España en Abu Dhabi mi pasaporte español, que habíamos solicitado hace un par de semanas cuando fuimos con mis abuelos. Este pasaporte tiene validez por dos años y con él ya puedo tramitar mi visado de residencia en E.A.U.

Mi otro pasaporte,
el colombiano, lo obtuve el viernes. La Embajada de Colombia que nos corresponde está en El Cairo, pero este fin de semana funcionaba un consulado móvil en Abu Dhabi, en el hotel Intercontinental. Así que por la tarde, después de comer nos fuimos hasta allá. Había bastante gente, pero ya quedó todo resuelto. En la inscripción del registro civil de Colombia todavía ponen las huellas de los pies y la funcionaria que estaba haciendo los trámites nos regaló una impresión en una hoja: mamá por fin tiene el recuerdo de mis huellas que lleva queriendo grabar desde que nací. Fue un momento muy emotivo, toda la gente estaba pendiente de mí e hicimos bastantes fotos. Una señora que estaba allí, voluntaria que ayudaba a organizar el consulado móvil, nos contó cómo el hecho de dar la posibilidad de inscribir a los niños nacidos en el extranjero es una de las preocupaciones del Gobierno, y que para demostrar la necesidad que hay de dar servicio a los colombianos residentes en el Golfo, enviaría mi foto al Vicepresidente como prueba.

Bien, pues ya he dejado de ser un indocumentado y, a partir de ahora, puedo empezar a viajar por el mundo. ¿Cuál será mi primer destino?

Friday, September 11, 2009

Despedida

La casa se siente vacía, algo falta. Esta mañana me desperté de muy buen humor, sonriéndole a mamá cuando se acercó a cogerme. Pero al poco rato me di cuenta de que todos estaban hoy diferentes, con las miradas tristes. A esta hora mis abuelitos habrán despegado ya desde Doha, de regreso a su casa en Madrid.

Estas últimas dos semanas han sido muy felices. Volví a ver a mi abuelita Pilar, que es capaz de hacerme dormir como nadie, y conocí a mi abuelito Luis Fernando, que además de consentirme, alimentarme, cuidarme y jugar conmigo, ha hecho un montón de cosas en casa para que yo pueda estar más cómodo y contento.

En estas dos semanas todo ha cambiado mucho. Cada vez paso más tiempo despierto; ahora ya disfruto del momento del baño, creo que el secreto es que el agua esté un poco más fresca y, sobre todo, que no esté hambriento y el bañarme implique retrasar la comida... más aún ahora que he aumentado mi dosis y estoy comiendo mucho más. Y eso, por supuesto, se nota: he ganado peso y me he estirado. Lo noto, por ejemplo, en que cuando papá me coge en volandas, ya no quepo entero en su brazo; también en los pijamas que hace poco compró mi mamá y le parecieron enormes, pero que ahora, pocos días después, me quedan ya justos.

Por la noche ya duermo con la luz apagada y he descubierto nuevos lugares donde hacer mis siestas, incluyendo el sofá del salón del cual he desplazado a mis papás, que tendrán por fin que comprar otro. También ha cambiado la casa: mamá ha preparado su entorno de trabajo, y yo tengo también ya mi propio rincón, con cama grande, con repisa propia y con todos mis juguetes y adornos a mano.

Pero sobre todo me empiezo a dar cuenta de lo que ocurre en mi entorno y empiezo a reconocer las cosas y a la gente. Y me estoy dando cuenta de que hay muchos que me quieren y que están pendientes de mí. Apenas voy a cumplir dos meses y ya he tenido que pasar varias veces por el trago de despedir a mi familia. Son momentos amargos, pues la distancia hace dificil el poder vernos con la frecuencia que querríamos. Pero, así mismo, son oportunidades de demostrarnos cuánto nos queremos y de proponernos hacer esfuerzos para mantenernos unidos y compartir, de un modo u otro, los pequeños instantes de nuestras vidas.

Saturday, September 5, 2009

De estrenos

Esta mañana bajamos por primera vez a la piscina. Yo todavía no puedo bañarme -el doctor me indicó que esperara hasta los cuatro meses- pero sí tomar el sol. Hoy estrené mi traje de baño y mi gorra, y disfruté mucho de la brisa, de las palmeras y de un cielo azul que no habíamos visto en Dubai probablemente desde que yo nací.

Pero la verdadera sorpresa llegó tras la comida. Por lo visto, hace unos días, en una de mis salidas con mamá y mis abuelitos, ellos me compraron un regalo. Hoy vinieron a casa dos señores muy amables que armaron una cama de madera maciza, muy bonita y que me va a durar, sin duda, muchos años.

Por la tarde mamá se fue con mi abuelita a comprar sábanas y algunas otras cosas. Papá y yo, mientras, nos quedamos con mi abuelito: él me dio de comer, ayudó a cambiarme el pañal y a darme un buen baño - hoy hasta la esponja era nueva.

Y, ya con todo listo, es hora de ir a dormir en mi nueva cuna. Que yo en pocas semanas quede ya estrecho en mi moisés y que empiece a usar una cama grande -y aunque dentro de ella me veo muy pequeñito- me hace dar cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y de que, poco a poco, me voy haciendo mayor.

Friday, September 4, 2009

Siete semanas (y pico)

Ya he cumplido siete semanas y pico, y ésta última ha sido muy intensa. Desde que el pasado miércoles llegaron mis abuelitos, hemos estado muy entretenidos.

La semana pasada fuimos a cenar a casa de Carolina y Charbel: la cena era comida libanesa, exquisita; mientras yo dormía, comieron todos una barbaridad y mi abuelita incluso se tomó alguna copa de vino de más. Estuvimos muy bien y ahora estamos a la espera de que nazca Nicolas, a quien ya tengo muchas ganas de conocer.

El viernes, mis papás fueron a cenar con Paula y Paul. Por primera vez me dejaban en casa, aunque eso sí, muy bien acompañado y cuidado por mis abuelitos, que se apañan bastante bien después de varias semanas de práctica con mis primos Carol y Santi en Madrid.

El sábado por la tarde, mamá -que ha estado muy activa estos días- fue al shower que habían organizado para Nicolas en casa de sus abuelos. Yo, mientras, estuve en casa con papá y mis abuelos.

Por la mañana habíamos ido a ver a un nuevo pediatra, el doctor MAC, que tiene un consultorio muy bonito en Umm Suqeim: en el centro de la sala hay una pecera grande con muchos peces naranja y de otros colores. Me examinó a fondo y me encontró en muy buen estado: parece que estoy evolucionando perfectamente y entonces ya pesaba casi 5 Kg.

El domingo por la tarde fui con mamá y mis abuelitos de compras. Los pobres no tenían ni idea de cómo armar mi carrito ni de cómo desenganchar la silla del coche... para el próximo que me vaya a llevar de paseo, un aviso: espero que practique antes, para que no me dejen a mi aburrido, esperando.

Y como si no hubiese tenido aún suficiente durante esos días, el lunes fuimos a Abu Dhabi: siendo Ramadán, no hay muchos lugares donde comer durante el día. Mis abuelitos nos invitaron a comer en un exquisito buffet en el Hilton y, antes de regresar a Dubai, yo también quería comer. Los baños eran muy estrechos, así que tuve que cambiarme en la mitad del pasillo en un sofá, eso sí, muy cómodo. De vuelta al coche, esta vez, el torpe fue mi papá, que me sentó en mi silla después de haber estado expuesta al sol durante algo más de una hora. Por supuesto, estaba hirviendo y después de unos pocos minutos empecé a sudar una barbaridad y me tuvieron que quitar de ahí mientras se refrescaba. ¡Ay! papá, papá...

Antes, por la mañana, estuvimos en la Embajada de España -el verdadero motivo del viaje- inscribiendo mi nacimiento en el Registro Civil y solicitando mi pasaporte, que lo necesito pronto para tramitar mi visado de residencia y para poder empezar a viajar por el mundo. Muy divertido fue que, mientras mi abuelita me daba el biberón y mis papás llenaban cantidades de formularios, mi abuelito estaba leyendo en La Codorniz (una vieja revista de humor española) unas caricaturas de hace décadas y encontró una muy oportuna sobre la eficiencia de un funcionario en la oficina de pasaportes. Lo hemos comprobado: treinta o cuarenta años después, España sigue siendo así...

Wednesday, August 26, 2009

Esperando la visita

Me han dicho mis padres que hoy llega desde España una visita muy especial. No sé si será por la emoción de la espera, pero después de haber estado ayer muy tranquilo, hoy he pasado el día dándole mucho trabajo a mi mamá. La pobre, desesperada, ya no sabía qué hacer mientras yo no dormía y no paraba de llorar. Tanto que cuando papá llegó de trabajar la encontró prácticamente con lágrimas en las mejillas.

Un poco más tarde ya me tranquilicé. Tomé un baño largo y, aunque grité un poco al principio, hoy por primera vez no lloré mientras me bañaban. De hecho, tengo que reconocer que por fin disfruté de ese momento.

Ahora, ya limpio, fresco y después de cenar, me voy a dormir. Nos quedaremos con mamá en casa esperando mientras, en un rato, papá irá al aeropuerto a recibir la tan anhelada visita.

Saturday, August 22, 2009

Otra semana inquieto

Esta última semana ha sido intensa y quizás por eso sigo estando algo inquieto. Sobre todo por las tardes, me cuesta mucho dormirme para la siesta; me pongo nervioso y al final termino gritando y llorando, sin saber muy bien por qué.

Después de que la semana pasada me pusieran la vacuna, y aunque no tuve fiebre ni ninguna reacción aparente, me sentí algo incómodo durante los días siguientes. De cualquier modo, poco a poco empiezo a coger el ritmo y al menos las noches las estoy pasando bien: sólo me levanto una vez a comer, rápido, y vuelvo a dormir hasta la mañana siguiente.

Esta semana hemos hecho un par de salidas: hoy fuimos al Mall of the Emirates; yo nunca había estado allí, por lo visto es donde hay una pista de esquí interior que se mantiene a -4ºC mientras afuera, en la calle, pasábamos de 40ºC (a las 11 de la mañana). Y el lunes estuvimos en el Dubai Mall, aprovechando unas invitaciones para ver el acuario: hay un montón de peces muy bonitos, pero lo más impresionante es la cantidad de tiburones, con unos dientes enormes, que pasan al lado de uno mientras se está dentro del túnel. Y pensar que hay gente que se mete a bucear ahí entre esos animales amenazantes... ¡y paga por ello!

El resto del tiempo he estado en casa con mamá, tranquilos. He podido estrenar bastante ropa que hasta ahora me quedaba muy grande. Mamá me ha hecho un montón de fotos que espero podamos organizar y compartir pronto. Una muy divertida (en realidad un vídeo) es -creo que del martes- cuando, en plena siesta, ¡me sorprendieron roncando!

Y bueno, después de, como empecé diciendo, una semana agitada, creo que merezco descansar. Hoy he dormido toda la tarde y ahora ya es hora de irse a la cama. A ver qué tal mañana, todos de vuelta al trabajo aunque no así a la rutina, pues hoy comenzó el Ramadán.

Saturday, August 15, 2009

Un mes

Ya tengo un mes. Ayer cumplí mi primer mes de vida y para celebrarlo salimos por la mañana al Dubai Mall. Hicimos algunas compras aprovechando que era el último día de las rebajas de verano y comimos allí, antes de volver a casa a pasar una tarde tranquila.

Mis papás me regalaron una silla plegable pequeñita que se balancea: me va a resultar muy cómoda para tomar el sol por las mañanas, para hacer la siesta y para bajar a la piscina cuando no esté haciendo tanto calor.

Por la tarde estuve en casa hablando mi abuelita y mi tía en Bogotá, y después con mis abuelitos de Madrid, que estaban con mi tía Patricia y Miguel Ángel, y con mi tío Alejandro, Sonia y mis primos Santi y Carol, con quienes por fin nos pudimos ver. Supongo que tanta conversación, el movimiento y el ruido de los altavoces me dejaron agotado y luego me costó un poco dormirme.

Esta mañana fuimos al American Hospital para revisión con el doctor: me encontró muy bien, creciendo según lo normal. Mido algo más de 52 centímetros, la cabeza me sigue creciendo, y ya peso 4.055 g.

Después de haber hecho pipí en el consultorio mientras me medían -más otras dos veces que me he hecho en casa mientras me cambiaban el pañal-, fuimos a otra sala donde me sentaron en las piernas de papá, quien me cogía los brazos mientras una enfermera me agarraba las piernas. No sabía qué estaba pasando, pero me asusté cuando vi que mamá, de pie a nuestro lado, estaba llorando desconsolada: estaba ya sufriendo porque sabía que el pinchazo que en ese momento me dio otra enfermera me iba a doler y a molestar.

Fue la segunda dosis de la vacuna de la Hepatitis B: me dolió una barbaridad y así fue que pegué un buen grito cuando me pincharon en mi muslo izquierdo - luego me pusieron una tirita con un dragón. Lo gracioso fue que mamá seguía llorando y sufriendo mucho más que yo. Estuvimos 20 minutos esperando para comprobar si hacía alguna reacción; mientras tanto terminé de comer y al ver que todo estaba bien nos marchamos a casa. Dijeron las enfermeras que podría hincharse la pierna o eventualmente darme fiebre. He dormido bastante todo el día, pero la tarde he estado incómodo, supongo que en parte por los efectos de la vacuna. Afortunadamente, sin embargo, no he tenido fiebre -lo comprobamos con un termómetro muy preciso que compramos hoy- y poco a poco me voy sintiendo mejor.

Para terminar el fin de semana, hoy por fin hemos dedicado algo de tiempo a hacer una nueva selección de fotos para compartir con todos en mi álbum. Espero pronto poder seguir colgando algunas más y que puedan comprobar cómo voy creciendo día a día.

Tuesday, August 11, 2009

Cuatro semanas

¡Hoy he cumplido cuatro semanas de vida! Pasa rápido el tiempo... Sigo comiendo un montón y creciendo sin parar, y cada vez duermo mejor.

Ayer por la tarde me quedé en casa con papá mientras mamá salía un rato para descansar un poco: pobrecita, está 24 horas dedicada a mí y la debo tener agotada. Como está haciendo tanto calor, yo no debo salir mucho a la calle, y así ella ha tenido que estar encerrada también todos estos días. Compró algo de ropa y aprovechó para cambiar el regalo de mi tía por una prenda de mi talla. Ya pronto podré estrenarla.

No sé si es la imaginación de mis papás, o si realmente voy teniendo progresos: aunque poco a poco voy descubriendo mis manos, ayer mientras comía intentaba coger el biberón y en algún momento lo conseguía soportar sin ayuda. También ayer, por ejemplo, mientras dormía la siesta cogía el chupete perfectamente por el aro; no estoy seguro si totalmente consciente o si se trata todavía de un acto reflejo.

Esta noche he tomado un buen baño que me ha sentado muy bien. Poco a poco lo disfruto más y sobre todo mamá está mucho más tranquila. Y ahora, a dormir.

Saturday, August 8, 2009

Nuestro primer fin de semana solos

Hace algunos días no escribo: he estado bastante ocupado y claro, ahora tengo mucho por contar.

Empezaré recordando el miércoles, el último día de mi tía Ana Lucía -que debería haber regresado hoy a Bogotá después de un muy largo viaje- con nosotros. Ese día ella estuvo de visita en Abu Dhabi y de allí me trajo un pijama; un regalo muy oportuno, porque mucha ropa me está quedando ya pequeña. Por la noche, para despedirla, fuimos a cenar en el
Walk de JBR en un restaurante sirio, Sarai, que nos gusta mucho. Mamá y mi tía apenas tenían apetito, así que papá acabó comiendo un montón. Al volver a casa, mamá encontró un regalo que le habíamos dejado preparado: desde que nací quería haberle dado un detalle con ocasión de mi nacimiento, pero hasta entonces no había tenido oportunidad de hacerlo.

El jueves me desperté con mi tía despidiéndose cuando papá la iba a llevar al aeropuerto. Me quedé en casa con mamá, los dos solos, con cierta tristeza por su partida pero felices también de haber gozado de su compañía durante casi un mes; su ayuda ha sido impagable y su dedicación -sacrificando incluso la posibilidad de haber conocido mejor este lugar tan lejano- una verdadera muestra de amor. Espero que lo haya pasado bien, que se haya llevado un buen recuerdo y que sepa que la quiero y la voy a echar mucho de menos. Lo bueno de su regreso es que va a poder contarle a mis abuelos y al resto de la familia en Bogotá lo bueno que soy, que lo lindo que me veo en las fotos no es solamente por una buena selección, sino que soy realmente guapo, y sobre todo que mis papás están felices conmigo y muy contentos viviendo en Dubai. Así, si mi tía les cuenta que estamos muy bien aquí, confío en que todos estén más tranquilos y espero que más gente se anime a venir a visitarnos.

Creo que no nos irá mal por nuestra cuenta: yo ya me porto un poco mejor y estamos empezando a ser capaces de establecer una rutina. Además no vamos a estar mucho tiempo solos, pues mis abuelitos vendrán en unas semanas, y dentro de pocos meses tenemos previsto viajar a Colombia para conocer a otra parte de la familia y tantos amigos que han estado pendientes de mí.


El jueves por la tarde vino a casa a visitarnos Fanxi, una amiga de mamá que hace poco ha venido a vivir a Dubai. Me trajo de regalo un pollo de peluche que hace unos ruidos muy divertidos: lo voy a poner en el coche para no aburrirme durante los largos viajes que a veces tengo que hacer con mis papás.

Así comenzó nuestro primer fin de semana en familia, solos. Hemos estado tranquilos, en casa. Yo he estado un poco inquieto, no sé si me duele un poco la panza o si es por lo rápido que estoy creciendo... pero estoy comiendo bastante y algo desordenado, y me cuesta un poco dormirme. Afortunadamente para todos, de cualquier manera, en las noches sí he podido dormir bien y largo.

Ayer por la tarde conocí por videoconferencia a Sergio, el amigo de mis papás que vive en Barcelona y con el que tantos vínculos los unen. Él es como un tío para mí y espero que con Mónica -a quien no pude ver ayer- tengan pronto un niño para que pueda jugar con él en Clubau y en muchos otros sitios. Y si fuese niña, seguro que también jugaría con ella y nos divertiríamos mucho.

Con quienes también tengo muchas ganas de jugar son mis primos Carol y Santi. Ahora están en Madrid, qué pena no poder estar todos juntos. De regalo, para que al menos sientan que cantamos juntos, les he mandado la colección de Canticuentos, que son las canciones con las que crecieron nuestros papás.

Hoy el resto del día lo hemos pasado en casa organizando y he aprovechando para tomar un buen baño y para cortarme las uñas, que ya se estaban convirtiendo en garras y a veces, sin quererlo, me he arañado la cara y también rasguño a mi mamá.

Tuesday, August 4, 2009

Tres semanas

Se acabaron las vacaciones de papá. Tuvo que volver al trabajo el domingo; aquí el fin de semana es viernes y sábado. Al principio parece raro el tener que trabajar los domingos, pero uno se acostumbra enseguida.

El domingo fue solo un rato a la oficina y luego a una reunión, pero ayer papá se fue antes de que me hubiese levantado y por la noche tuvo que ir a una cena, así que llegó cuando yo ya me había acostado a dormir. Pasar un día entero sin verlo fue raro; voy a echar de menos pasar más tiempo a su lado, y estoy seguro de que él también estará pensando en mí en todo momento.


Así, poco a poco vamos volviendo a la rutina; mejor dicho, mis papás vuelven a la rutina y yo la voy descubriendo. Estos han sido días tranquilos, hemos estado en casa con mamá y con mi tía, que ya casi tiene que volver a Bogotá... ya estamos empezando a sentir pena por que ella se tenga que ir, y a imaginarnos cómo nos vamos a organizar los tres solos.


Hoy ha sido un día normal, pero para mí es especial porque cumplo tres semanas de vida. Ya sé que no es mucho, pero yo empiezo a notar cómo estoy creciendo -incluso alguna de la ropa que he estado usando hasta ahora empiezo a sentirla algo ajustada- y para celebrar la ocasión he pasado el día haciendo lo que más disfruto: pasar el día al lado de mamá y comer un montón.

Friday, July 31, 2009

Una nueva experiencia, no muy agradable

Ayer me desperté muy activo y con mucha hambre. Mientras mamá me daba el desayuno, yo comía desaforadamente... dice ella que como ha visto hacer a mi papá tantas veces. El hecho es que comí tan rápido que me atraganté, empecé a toser, y por primera vez no pude aguantar y vomité una buena parte de la comida que acababa de recibir.

Esta no fue una experiencia agradable, me quedé con una sensación extraña y durante un buen rato estuve medio atontado, mirando asustado alrededor, sin siquiera hacer un sólo ruido. Espero poder controlarme y comer más pausadamente, para evitar provocar otra vez el desastre que se organizó ayer.

Después me vistieron y nos fuimos al Dubai Mall, pues mamá quería ver muebles para mi habitación... estoy creciendo tan rápido que ella cree que dentro de no mucho tiempo ya no voy a caber en mi cuna. Después de algunas compras, por fin me dieron de comer y luego mi tía Ana Lucía nos invitó a todos a almorzar. Ella se pidió un croque-monsieur sin percatarse de que, como estamos en un país musulmán, en la mayoría de los lugares no sirven cerdo y por tanto estaba preparado con jamón de vaca.

Por la tarde, todos algo cansados, volvimos a casa. Papá iba a una cena con gente de la universidad y, como tenía que salir temprano de casa, aprovecharon cuando me desperté alrededor de las 6 pm para bañarme. Yo todavía no tengo conciencia del tiempo... pero claro, siempre me he bañado mucho más tarde, justo antes de irnos todos a dormir. Supongo que el baño tan temprano me despistó, así que después dormí más largo de lo habitual, algo así como hasta la media noche. Claro, me desperté confundido; cuando llegó papá, mi mamá se estaba quedando dormida mientras me daba de comer. Estuvimos mucho tiempo, los tres adormecidos; yo lloraba, tenía hambre pero no podía comer y mis papás no sabían ya que hacer.

No pasamos, pues, la mejor de las noches... hoy todavía he estado un poco despistado y comiendo algo más irregular. Por la tarde mamá y mi tía salieron; nos quedamos solos con papá, le pedí de comer y, después de jugar un rato, por fin me pude dormir.

Ahora ya es hora de cenar, espero haber recuperado ya el ritmo y que hoy pasemos una mejor noche.

Wednesday, July 29, 2009

Celebrando mis dos semanas de vida

Ayer, para celebrar mis dos semanas de vida, salimos a cenar por la noche a Souk al Bahar. Hacía una noche muy agradable y pude ver por fin de cerca el Burj Dubai, que dicen es el edificio más alto del mundo. Cenamos en un restaurante japonés, Momotaro -una leyenda japonesa de un niño que viene al mundo en un melocotón y que es encontrado por una mujer que no había podido tener hijos-, con Paula y Paul de Montmorin. Ellos tienen dos hijas a las que espero conocer al terminar el verano.

De regreso a casa me encontré mucho más cómodo en mi silla del coche, pude dormir plácidamente todo el camino y pasé a mi cama sin apenas inmutarme. Dormí bien toda la noche.

Hoy me he dado cuenta de que echo de menos a mi abuelita, pero me han dicho que pronto va a volver a verme. Cuando vengan, seguramente noten que he crecido mucho, pues sigo comiendo un montón. Ahora que ya tengo dos semanas, me han empezado a dar biberones de 90 ml. Aún así, los bebo enteros y muchas veces le sigo pidiendo a mi mamá que me dé algo más para saciar mi hambre. Mi pobre madre está agotada, pasa mucho tiempo alimentándome y está cansada y adolorida.

Sunday, July 26, 2009

Despidiendo a mi abuelita

Mañana por la mañana mi abuelita Pilar tiene que volver a Madrid. Estoy muy feliz de que haya podido venir a verme nacer, además durante estas dos semanas ha sido un gran apoyo para mis papás. Y conmgio, qué puedo decir, el amor que me ha demostrado y el cariño que me ha dado es inmenso.

Esta mañana me quedé en casa con mi abuelita y mi tía, mientras papá y mamá fueron de nuevo a ver a la doctora Leila. Mamá se encuentra muy bien, está evolucionando muy rápidamente, pero la doctora todavía le ha pedido que mantenga reposo, que salga poco y a lugares poco concurridos.

Así, nos fuimos a almorzar al restaurante italiano del Marriott, donde comieron muy bien. Yo mientras tanto dormí muy a gusto. Por la noche, antes de irme a la cama, me he vuelto a dar un baño. Creo que papá ya es capaz de cogerme mejor y yo tengo un poco menos de miedo, así que ya no lloro tanto y lo podemos hacer todo mucho más rápido.

Friday, July 24, 2009

Primera semana en casa

Hace ya algunos días que no escribo nada. Ha sido una semana bastante intensa, comiendo cada vez más y acostumbrándome a dormir un poco más largo cada noche.

El martes papá fue con la abuelita a recoger mi certificado de nacimiento: mi primer documento oficial, parece un diploma. En realidad son dos documentos, pues tengo una versión del certificado en árabe y otra en inglés.


Por la tarde, cuando yo ya había cumplido una semana de nacido, vinieron a casa a visitarnos Charbel y Carolina. Me trajeron una sudadera de regalo muy bonita, pero lo mejor de todo es que ellos también van a tener un bebé muy pronto: se va a llamar Nicolas y espero que seamos buenos amigos.

Ayer fuimos al American Hospital para mi examen rutinario con el pediatra. Esta vez vimos a una señora, la doctora Sanchita. Me encontró bien, todo normal: estoy pesando 3.025 gramos y mi cabeza mide ya 35 cm. Además, respondió a muchas de las dudas que tenían mis papás. De vuelta a casa, otra vez el largo viaje en coche... ¡y es que realmente hace calor en esta ciudad!

Al final de la tarde, fui con papá y la abuelita hasta la farmacia para comprar la leche de fórmula que la doctora recomendó que empezara a tomar combinada con la leche materna. De camino, estrenando el cochecito que me regalaron mis abuelos, paramos en unas fuentes muy divertidas donde los niños juegan y se bañan. Espero poder caminar pronto para ir también allí a jugar con mis papás y con los demás niños.

Hoy ya cumplo mi primera semana en casa. Me encuentro muy a gusto y estoy empezando a dormir y comer mejor. Ahora que he probado el biberón, esa leche también me gusta y estoy seguro que le va a hacer la vida más fácil a mis papás, sobre todo cuando salgamos de casa.

Esta tarde vinieron a verme Violeta y sus hijos, Roberto y Simón. Lo pasamos muy bien, ellos jugaron, me cargaron y también me trajeron ropa de regalo. Creo que hay unas fotos muy divertidas con ellos.

Me gusta saber que voy a tener tantos amigos.

Monday, July 20, 2009

Primer baño en casa, y sin cordón

Ayer, domingo, fue día festivo en Dubai y estuvimos tranquilos en casa, sin hacer nada particular.

Esta mañana al levantarme he estado tomando un poco el sol por la ventana. Temprano, porque después empieza a hacer mucho calor.

Por la tarde, después de almuerzo, les he dado una sorpresa a todos porque después de sólo 6 días, se me he caído el trozo de cordón umbilical que me dejaron pinzado cuando nací. Dice mamá que me va a quedar un ombligo muy bonito, ¡ya veremos!

Por la noche, mi mamá me dio el primer baño en casa. Como aún soy pequeño y muy inquieto, y por la altura de la bañera, a mamá le resulta algo incómodo; sinceramente, a mí también. Sin embargo, yo no conseguía quedarme quieto, para habérselo puesto un poco más fácil a ella. Papá grabó un vídeo del baño, viéndolo después la verdad es que resulta divertido.

Después de unos cuantos gritos, entre todos me secaron, me vistieron y mamá me peinó. Y así, sintiéndome limpio y fresco, me voy ahora a dormir profundo.

Saturday, July 18, 2009

Amanecer en casa

Mi primera noche en casa fue buena; me desperté varias veces para comer, pero no he llorado mucho. Todos estamos un poco nerviosos por tener que organizarnos por nuestra cuenta, sin toda la ayuda de las enfermeras del hospital, pero creo que no nos ha ido mal.

Hoy también he visto por primera vez el amanecer desde mi casa: por los ventanales entra mucha luz y me gusta la vista que tenemos.

Hoy papá salió pronto de casa para ir a hacer el trámite de mi certificado de nacimiento: es un documento que necesito con cierta urgencia para poder sacar mi pasaporte y a partir de entonces solicitar mi visado de residencia en Dubai. Si no lo hago en estos primeros meses, seré un ilegal en este país.

Por la tarde fui con mis papás a la clínica de la doctora Leila para que examinara a mi mamá. Yo estaba incómodo, con hambre y no me dejaban comer lo suficiente nunca, así que me puse a llorar para protestar. En fin, lo importante es que la doctora le dijo a mamá que se encuentra muy bien, pero le pidió que guarde reposo, que no salga a la calle y que en casa no haga ningún esfuerzo.

Yo, para ayudarla en su recuperación, voy a intentar portarme muy bien para que ella pueda estar tranquila.

Friday, July 17, 2009

Mi llegada a casa

Anoche creo que estuve mucho más tranquilo. Comí mucho y dormí bastante. Incluso, cuando mis papás me cambiaron el pañal, prácticamente no lloré, solo di un pequeño grito al final. Nos despertamos temprano, en cuanto trajeron en desayuno para mamá. Después, volví a ir a ver al pediatra quien, al comprobar que todo sigue estando perfecto, me dio permiso para irme a mi casa con mamá, después de que ayer la doctora Leila le dijera a ella que, si así lo prefería, estaba ya en condiciones de marcharse a casa.

Pasamos la mañana organizando la maleta, entendiendo todas las medicinas que mamá deberá seguir tomando y los cuidados que deberá tener, y cumpliendo con los trámites para la salida del hospital. Tanto lío me abrió el apetito, y como decían que teníamos que hacer un viaje largo, yo preferí comer antes de salir. Así, la salida de nuestra habitación se retrasó casi hasta medio día.

Para el viaje, mis papás me sentaron en una silla extraña y aparatosa, en la que voy encajonado y amarrado. Creo que es cómoda, pero mi papa tendrá que practicar más para acomodarme rápido y sin molestias. Bajamos a la calle y mis papás tardaron bastante en ser capaces de acomodar mi silla en el coche… eso no puede seguir así, porque con el calor y la humedad que hace en la calle, me podría hacer daño. Finalmente arrancamos, pusieron una música agradable, versiones de clásicos para niños, que llevo oyendo dentro de mamá desde hace meses, y que dicen que me regaló mi tía Ana Lucía.

El paseo en coche me gustó; aunque no podía ver mucho por las ventanas, iba comodo y el movimiento en la carretera resulta divertido. Pero el viaje me pareció algo largo y, después de 15 minutos, yo ya no podía creerle a mi mamá que ya estábamos a punto de llegar, así que empecé a llorar.

Cuando llegamos, el sitio me pareció extraño. De repente hacía mucho calor al bajar del coche, pero entramos inmediatamente al vestíbulo y ahí en cambio hacia frío. Nos metimos en una caja que subió muy rápido hasta el piso 27, que es donde vivimos. Cuando abrimos la puerta, ahí estaban la abuelita Pilar y la tía Ana Lucía. Me recibieron con mucho cariño y alegría. También habían cocinado el almuerzo para mis papás. Mi mamá, sobre todo, tenía mucha hambre. Primero comí yo, que para algo sigo siendo el protagonista, y después, mientras yo dormía la siesta, los demás se sentaron a almorzar algo más tarde de lo habitual.

Mi casa me gusta, tengo una cuna pequeña con colores muy bonitos y animales dibujados. Además, tiene una especie de toldo que me protege de la luz, pero también del aire acondicionado cuando lo ponen para refrescar un poco la casa. Pero lo que más me ha gustado hasta ahora es que aquí puedo estar conectado a Internet y así puedo hablar con el resto de la familia que vive lejos en cualquier momento. Hoy, por ejemplo, mi abuela Gisele –que vive en Bogotá- pudo al fin verme comer, dormir, llorar y creo que incluso sonreir. Tambien me vio un rato mi abuelo Luis Fernando, el de Madrid, que no pudo venir a conocerme en esta ocasión pero que prometió venir muy pronto a jugar conmigo. Y luego, cuando yo ya estaba muy cansado, también me vio mi tía Patricia.

Como pueden ver, ha sido un día muy largo y muy emocionante: me ha conocido parte de mi familia y me he instalado en mi casa. Estoy cansado, pero muy contento. Espero que esta noche pueda dormir bien.

¡Hasta mañana!

Thursday, July 16, 2009

Tercer día, me siento mejor

Anoche no pasé una muy buena noche. Supongo que tanto tiempo sin comer y tanto esfuerzo ayer me han dejado agotado y molesto. De cualquier modo, ahora como mejor y eso hace que estemos todos muy tranquilos.

Como papá fue a descansar a casa, mi tía tuvo que pasar toda la noche cuidando de mí. No sabía como demostrarle mi agradecimiento porque estuviera ayudando a mamá a cuidar de mí, así que lo único que se me ocurrió fue hacerle una broma: cuando me estaba cambiando el pañal, me quedé quieto y de repente, para sorprenderla, empecé a hacer pipí… salía un chorrito para todos lados, y resultó muy divertido. Yo creo que a mi tía también le gusto porque no podía parar de reir.

Papá y la abuelita llegaron alrededor de las 10 am. El resto de la mañana fue tranquila, un día normal. Me están haciendo muchas fotos porque parece que toda la gente, desde todos los rincones del mundo, están pidiendo que compartan fotos mías para que puedan comprobar lo guapo y machote que soy.

Después de almuerzo, volví con mis papás al cuarto donde el primer día me limpiaron y vistieron. No se por qué, pero creo que me asusté y empecé a gritar y a llorar con mucha fuerza. Papá no conseguía calmarme, y mamá se puso muy nerviosa pensando que me pudiera pasar algo. Cuando estaba un poco más tranquilo, me entregaron a una enfermera que me quitó toda la ropa, me empezó a restregar con copitos de algodón y luego me tiró a la bañera, echándome agua por todas parte y unos jabones en la cabeza y por el cuerpo. Fue rápido, pero no sabía lo que estaba pasando.

Sólo un rato después, cuando terminaron de vestirme, me calmé y entonces me di cuenta de que lo que había ocurrido es que acababa de tomar mi primer baño, y por eso tenía un olor agradable y me sentía muy fresco. Es una sensación muy agradable que me produjo ganas de echarme una buena siesta el resto de la tarde.

Wednesday, July 15, 2009

Mi segundo día: muy largo y muy duro

Pues sí, efectivamente mis papás han pasado una noche muy dura. Lo puedo ver en sus caras, están agotados. Yo, a lo mío… dormir, comer y llorar para que se enteren de que quiero que me cambien el pañal. No lo hicieron del todo mal, pero todavía no he conseguido comer con facilidad.
Hoy por la mañana una enfermera me llevó a ver al pediatra. Es un señor mayor muy simpático con bigote, y me estuvo examinando un rato. No me gustó, sin embargo, que me dio dos pinchazos. En la pierna me inyectaron la vacuna contra la hepatitis B y en brazo una muy rara que se llama "BCG" y que me va a dar diferentes reacciones durante los próximos meses. A pesar del dolor, perdoné al señor pediatra, porque sobre el pinchazo me puso unas tiritas muy divertidas, rojas y con dibujos de ositos. Además, un rato después fue a la habitación a visitar a mis papás y les dijo que me encuentro perfectamente, que soy un niño muy sano. Mi papá después me contó que soy tan saludable porque mi mamá durante sus meses de embarazo ha tenido una gran voluntad y responsabilidad, se ha cuidado mucho con la alimentación y, a pesar de los dolores e incomodidades, ha hecho ejercicio regularmente.
A medio día vino la doctora de mi mamá, la examinó y le hizo las curaciones oportunas, y le dijo que todo va bastante bien.
El resto del día he estado bastante inquieto. Mi barriga ha estado muy activa, pero me ha costado mucho trabajo comer. Pobre mi mamá, se estaba poniendo nerviosa; yo también me estaba empezando a enfadar y claro, eso hacia mas difícil que pudiera hacer las cosas bien. Al final de la tarde, vino una enfermera muy paciente y pasó un monton de tiempo con nosotros, enseñándonos diferentes formas para que mi mamá me pueda dar de comer con facilidad. Nos costó mucho, pero al final creo que aprendí… ahora, para recuperar todo lo que no he comido durante el día y para practicar la técnica de succión voy a pedir de comer cada vez que me despierte.
Mi papá, que ayer prácticamente no durmió, se va a casa con mi abuelita a descansar un poco. Esta noche me voy a quedar con mi mamá y mi tía. Yo también estoy muy cansado, espero que mañana no sea un día tan duro.

Tuesday, July 14, 2009

Hoy he nacido

Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
14 de julio de 2009

Hoy, a las 3:01 PM, nací en Dubai, en el American Hospital. Mi mamá, que me ha cuidado mucho durante los pasados nueve meses, se ha portado muy bien, ha sido muy fuerte, y hemos tenido una cirugía perfecta. Mi papá al final, y talvez más porque todo fue tan rápido que por valiente, terminó entrando en la sala de parto para acompañar a mamá, para conocerme desde el primer minuto y para estar a mi lado mientras mi mamá se recuperaba.

Pesé 3.150 gramos y medí 52 centimetros. Cuando apenas acababa de dar el primer llanto, por fin me llevaron al lado de mamá para que me diera mi primer beso. No supe qué decirle, solo podía mirarla y hacer muecas para intentar demostrale cuánto la quiero y para darle las gracias por haberme regalado la vida.

Después de unos minutos, una señora me pinchó con una aguja, creo que era vitamina K, que dicen que es buena no sé para qué, y me echó una crema en los ojos con la que me veía como un boxeador después de un duro combate. Volví a ciegas a darle otro beso a mamá y luego me fui con papá para que me mantuvieran en calor, me limpiaran y me vistieran. Mientras ocurría todo esto, desde el otro lado de la ventana me miraban mi abuelita Pilar y mi tía Ana Lucia, que han venido desde muy lejos para conocerme y para ayudar a mi mamá durante estas primeras semanas.

En esa sala estuvimos una media hora y, mientras esperábamos para ir a la habitación, mi papá estuvo cuidándome. El pobre, bastante torpe; pero después de un par de minutos por fin encontró una posición en la que yo estuviera comodo. Entonces, estuvimos conversando un rato y me estuvo contando todo el trabajo que mamá ha hecho para que yo pueda estar aquí, sano, hermoso y con muchas ganas de vivir. Yo, ya vestido para la ocasión, no podía esperar más para ir a conocerla en condiciones y sentir cómo ella me abrazaba.

Por fin llego el momento de ir a nuestra habitación, la 202, al final del pasillo. Ahí estaba mi mamá, y al verla pensé que mi papá, aunque me contó lo guapa que era, no había sido capaz de transmitirme toda su belleza. Desde esa primera mirada me di cuenta de ese amor infinito que ella siente por mí. Del resto del día sólo recuerdo que dormí mucho tiempo, y que en varios momentos, al no saber lo que estaba sintiendo, tan sólo podía llorar para atraer la atención de mis papás. Vimos el atardecer desde la ventana: aunque estaba brumoso, me sorprendió y me gustó ver lo grande que se ve el sol del desierto.

Ya muy tarde, mi tía y mi abuelita se fueron a casa. Me quedé solo con mis papás; yo no tengo conciencia aún del día y la noche, pero para ellos esta primera noche a solas conmigo imagino que acabará siendo muy larga, agotadora.