Ayer pasamos navidad en casa de Nicolas, con toda su familia de Dubai y de Colombia. Estuvimos muy contentos, comimos exquisito y disfrutamos mucho cuando Papá Noel apareció por el balcón para entregarnos un montón de regalos. Muchas gracias, Nicolás, Carolina y Charbel por la invitación y las atenciones.
Hoy, trasnochados, hemos ido a Festival City a comer con Roberto y Simón: me comí el pollo de mis papás y estuvimos corriendo por todas partes y mojándonos en la fuente. Después fuimos a casa de Violeta y allí también encontré un regalo muy lindo para mí.
Hace un rato hemos vuelto a casa, estoy agotado y me voy a dormir para retomar mañana la rutina y empezar a disfrutar de todos mis nuevos juguetes.
¡Feliz navidad a todos!
Saturday, December 25, 2010
Friday, December 17, 2010
Carta al Niño Dios - 2010
Querido Niño Dios,
Soy Emilio. Ésta es mi segunda navidad, por eso todavía necesito la ayuda de mi mamá para escribir esta carta. Quiero contarte que este año me he portado muy bien. Voy a mis clases puntualmente, como todo lo que mi mami me prepara y duermo toda la noche, por lo que creo que puedo pedir algunas cosas que quisiera para el próximo año:
* Muchos abrazos de oso y besos de
pescado de mis papás.
* Que pueda jugar más veces con mis
primos Carol y Santi.
* Que mi abuelita Gissel pueda coger un
avión para venir a visitarme.
* Que mi Tío Alejandro se ponga bien y que
con la Tía Sonia me enseñen a esquiar.
* Seguir siendo el príncipe de mi Tía Lula ;).
* Montar a “Caballo” con mi Tía Kika y Tío Mike, y
jugar al “bosque” con mi Tía Lula.
* Unas vacaciones en Colombia y otras en España: echo de menos la comida de mis abuelas y los paseos con mis abuelos.
* Que mi Tío Pipe me enseñe a tocar el piano y
mi Tío Otto a jugar al Fútbol.
Se me olvidaba algo IMPORTANTE: También quisiera algunos juguetes que mis papás me ayudaron a elegir en Toys R Us (y Apple Store)… Espero que mi carta llegue a tiempo para que sea aprobada en el cielo.
Abrazos de oso,
Emilio
Monday, December 13, 2010
Llega la navidad
Aunque aquí en Dubai, evidentemente, no hay un gran espíritu navideño (ni noche de las velitas, ni novenas, ni la iluminación en las calles, ni el frío y la nieve), entre toda la gente que intenta mantener las tradiciones de cada uno de sus países de origen, vamos poco a poco dando muestras de que la navidad está aquí. En casa ya tenemos puestos desde hace algunos días el pesebre finlandés (del que ya hablé hace un año) y los pocos adornos navideños que tenemos. Uno nuevo es una bolsa que -dicen mis papás- debería llenar el niño Dios el día denavidad, si me he portado bien.
Evidentemente me he portado muy bien, así que -con un poco de ayuda de mamá- ya he empezado a redactar mi primera carta de navidad con todos mis deseos y antojos. Pronto la compartiré con todos.
Y bueno, aunque no va a ser una navidad como las que cuenta mamá que le gustan, va a ser interesante compartir con los amigos y conocer las tradiciones de diferentes lugares. Para empezar, ayer tuvimos la oportunidad de pasar un rato con algunos mejicanos que, mientras jugábamos en el parque de Umm Suqeim, nos invitaron a participar en una "Posada" que estaban organizando allí: rememorando cuando María y José iban pidiendo posada de camino a Belén, celebran en los días previos a la navidad fiestas que incluyen piñatas para los niños.
Ahora, la próxima actividad será organizar una novena para mantener la tradición de Colombia.

Y bueno, aunque no va a ser una navidad como las que cuenta mamá que le gustan, va a ser interesante compartir con los amigos y conocer las tradiciones de diferentes lugares. Para empezar, ayer tuvimos la oportunidad de pasar un rato con algunos mejicanos que, mientras jugábamos en el parque de Umm Suqeim, nos invitaron a participar en una "Posada" que estaban organizando allí: rememorando cuando María y José iban pidiendo posada de camino a Belén, celebran en los días previos a la navidad fiestas que incluyen piñatas para los niños.
Ahora, la próxima actividad será organizar una novena para mantener la tradición de Colombia.
Monday, November 22, 2010
Volver a empezar
Hace prácticamente 4 meses desde que escribí en el blog por úlitma vez. El abandono ha sido por varios motivos: muchos viajes, visitas, mucho trabajo de mis papás y, sobre todo, que cada vez estoy más activo, jugando sin parar y compartiendo más tiempo con mis amigos.
En estos meses, después de estar en Colombia, pasamos unas semanas en Madrid. Se casó mi tía Patricia con Miguel Ángel (a quien, por fin, puedo llamar oficialmente tío).
Estuvimos un día en Amsterdam; aunque llovió mucho, pudimos recorrer bastante y lo pasamos muy bien.
Regresamos a Dubai, para continuar con mis clases de música, natación y gimnasio. Y cada vez disfruto más con mis amigos.
Hace poco volvimos a Madrid, aprovechando un viaje de trabajo de papá, y fuimos también a Barcelona a ver a mis primos y a mi tío Alejandro: fueron sólo dos días, pero nos divertimos muchísimo.
De regreso a Dubai (con susto en el avión incluido), recibimos la visita de los Gamanes... una noche, mientras mis papás cenaban con ellos en el Burj Al Arab, me quedé solo en casa con Julie. El resto de la semana estuvimos haciendo muchas cosas, y la mayoría de los días me acosté muy tarde.
Ahora que todos nos estamos recuperando del cansancio (y que papá está empezando a perder todos los kilos que ha ganado durante estos meses), es el momento de volver a empezar, de recuperar la rutina de escribir en mi blog.
Además, tenemos también mucho trabajo acumulado en lo que a organizar las fotos de todo este tiempo se refiere. Poco a poco, pero al menos -y gracias a la ayuda del tío Pipe- ya mi web está actualizada, he creado nuevos álbumes de fotos y debería ser mucho más fácil para todos, desde cualquier lugar, ir siguiendo allí nuestras aventuras.
En estos meses, después de estar en Colombia, pasamos unas semanas en Madrid. Se casó mi tía Patricia con Miguel Ángel (a quien, por fin, puedo llamar oficialmente tío).
Estuvimos un día en Amsterdam; aunque llovió mucho, pudimos recorrer bastante y lo pasamos muy bien.
Regresamos a Dubai, para continuar con mis clases de música, natación y gimnasio. Y cada vez disfruto más con mis amigos.
Hace poco volvimos a Madrid, aprovechando un viaje de trabajo de papá, y fuimos también a Barcelona a ver a mis primos y a mi tío Alejandro: fueron sólo dos días, pero nos divertimos muchísimo.
De regreso a Dubai (con susto en el avión incluido), recibimos la visita de los Gamanes... una noche, mientras mis papás cenaban con ellos en el Burj Al Arab, me quedé solo en casa con Julie. El resto de la semana estuvimos haciendo muchas cosas, y la mayoría de los días me acosté muy tarde.
Ahora que todos nos estamos recuperando del cansancio (y que papá está empezando a perder todos los kilos que ha ganado durante estos meses), es el momento de volver a empezar, de recuperar la rutina de escribir en mi blog.
Además, tenemos también mucho trabajo acumulado en lo que a organizar las fotos de todo este tiempo se refiere. Poco a poco, pero al menos -y gracias a la ayuda del tío Pipe- ya mi web está actualizada, he creado nuevos álbumes de fotos y debería ser mucho más fácil para todos, desde cualquier lugar, ir siguiendo allí nuestras aventuras.
Saturday, July 24, 2010
Emilio 1 - Colombia 200 (años)
Hace ya más de una semana que salimos de casa, esta vez llegamos a Madrid mi mamá y yo. Nos recibieron mis abuelos y tíos con regalos y con la casa decorada con globos para seguir celebrando mi primer cumpleaños. En Madrid me sentí algo inquieto; aunque hacía solo un mes que había estado allí, no quería sepárame de mamá ni un solo instante. Quizás porque presentía que nuestro viaje no acababa allí... Efectivamente, 4 días después volvimos al aeropuerto, esta vez rumbo a Bogotá.
Fue un largo viaje de 10 horas en el que, por cierto, me porté muy muy bien gracias a unas gotitas mágicas que me recetó el Dr. MAC. Afortunadamente en el avión nos sentamos junto a Mateo, que tiene un par de años más que yo, y con quien nos divertimos mucho viendo pelis y jugando con los juguetes que ambos habíamos llevado para pasar el tiempo en el vuelo. Al llegar a Bogotá nos esperaban mis abuelos y mi tío Otto. Fue la primera vez que tuve una sensación extraña en mi cuerpo: el frio. Inmediatamente mi abuelita Gissel me envolvió en una manta que desde ese día ha sido mi fiel compañera en las noches.
El 20 de julio celebramos en Colombia el bicentenario de la independencia (de España, evidentemente). Mi mamá y yo todavía teníamos jet lag y, claro, nos levantamos muy temprano y así pudimos ver pasar los aviones por el cielo de Bogotá.
Mis primeros días en Colombia fueron de exploración: la casa de mi abuelita no está preparada para que yo juegue con tranquilidad, entonces siempre tengo a alguien a mi lado para evitar que me tropiece con algo, pero es muy divertido bajar y subir escaleras y correr detrás de Manolo que, por cierto, no me hace nada de caso; debe ser porque ya está viejo y
no le apetece jugar.
He tenido muchas visitas especiales: mi bisabuela Isabelita ha estado muy pendiente de mí, hasta ha contemplado mis siestas… mis tías Cris, a la que mordí muy fuerte y Beatriz. También han estado conmigo mis tíos Lalo y Mónica, Socorro y mis primas Mona, Joha y Diana. Les encanta jugar conmigo y llevarme de paseo. No sé cuánto van a durar nuestras vacaciones, pero me encanta sentir a tantas personas pendientes de mí y dispuestas a llevarme de paseo, a jugar conmigo y a consentirme mucho.
Echaba de menos a alguien que siempre me ha cuidado mucho, mi tía Lula, que por fin apareció ayer y ¡la reconocí desde el principio!
También me he dado cuenta que mi tía Mónica y mi abuela han estado envolviendo regalos, haciendo lazos de cintas de colores, inflando globos, decorando canastas con galletas y caramelos, etc. Tengo la sospecha de que me preparan otra fiesta… Yeah!
Fue un largo viaje de 10 horas en el que, por cierto, me porté muy muy bien gracias a unas gotitas mágicas que me recetó el Dr. MAC. Afortunadamente en el avión nos sentamos junto a Mateo, que tiene un par de años más que yo, y con quien nos divertimos mucho viendo pelis y jugando con los juguetes que ambos habíamos llevado para pasar el tiempo en el vuelo. Al llegar a Bogotá nos esperaban mis abuelos y mi tío Otto. Fue la primera vez que tuve una sensación extraña en mi cuerpo: el frio. Inmediatamente mi abuelita Gissel me envolvió en una manta que desde ese día ha sido mi fiel compañera en las noches.
El 20 de julio celebramos en Colombia el bicentenario de la independencia (de España, evidentemente). Mi mamá y yo todavía teníamos jet lag y, claro, nos levantamos muy temprano y así pudimos ver pasar los aviones por el cielo de Bogotá.
Mis primeros días en Colombia fueron de exploración: la casa de mi abuelita no está preparada para que yo juegue con tranquilidad, entonces siempre tengo a alguien a mi lado para evitar que me tropiece con algo, pero es muy divertido bajar y subir escaleras y correr detrás de Manolo que, por cierto, no me hace nada de caso; debe ser porque ya está viejo y
no le apetece jugar.
He tenido muchas visitas especiales: mi bisabuela Isabelita ha estado muy pendiente de mí, hasta ha contemplado mis siestas… mis tías Cris, a la que mordí muy fuerte y Beatriz. También han estado conmigo mis tíos Lalo y Mónica, Socorro y mis primas Mona, Joha y Diana. Les encanta jugar conmigo y llevarme de paseo. No sé cuánto van a durar nuestras vacaciones, pero me encanta sentir a tantas personas pendientes de mí y dispuestas a llevarme de paseo, a jugar conmigo y a consentirme mucho.
Echaba de menos a alguien que siempre me ha cuidado mucho, mi tía Lula, que por fin apareció ayer y ¡la reconocí desde el principio!
También me he dado cuenta que mi tía Mónica y mi abuela han estado envolviendo regalos, haciendo lazos de cintas de colores, inflando globos, decorando canastas con galletas y caramelos, etc. Tengo la sospecha de que me preparan otra fiesta… Yeah!
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Wednesday, July 14, 2010
Cumpleaños #1
Hoy he cumplido un año. Para celebrarlo he venido a Madrid y he invitado a mis abuelos a cenar en La Vaca Argentina... todavía no me han dejado comer chorizo, pero la próxima vez no me pienso ir sin probarlo.
Llegué a Madrid esta mañana con mamá, después de un buen vuelo durante el que dormí prácticamente todo el tiempo, salvo un rato al despegue, pues mamá me tuvo que despertar para acomodarme y yo por un momento no supe dónde estaba ni qué estaba pasando.
Con mis amigos en Dubai celebré mi cumpleaños el domingo. Mamá organizó una fiesta muy divertida en casa, con decoración que mandó mi abuelita desde Bogotá. El pastel era muy grande y lleno de muñecos. Nicolás y Luciana me prestaron un montón de juguetes y Austin trajo unos pasteles deliciosos. La casa estaba llena de globos y de colchonetas para que pudiéramos jugar y divertirnos. Papá ha publicado algunas fotos en mi página web, la que me está ayudando a hacer mi tío Pipe.
La tarde fue larga, estuvimos jugando hasta muy tarde y después caí rendido a dormir hasta la mañana siguiente, cuando nos despertamos con la noticia de que España ganó el mundial de fútbol en un partido aburridísimo. Menos mal nos fuimos a dormir.
Y el lunes, en medio de los preparativos del viaje, tuve visita al Dr. MAC. Me dijo que todo está bien; estoy pesando 9,52 Kg y midiendo 76 cm. Me puso dos vacunas; el primer pinchazo me dolió mucho y, después de haber entrado por mi propio pie en el consultorio, tuve que salir en brazos de mamá.
Ahora, tengo unos pocos días para disfrutar de Madrid, antes de otro largo vuelo para ir a ver a toda la familia en Bogotá. Tengo especial ilusión por conocer a mis primos José María, Silvia, Andrew y, sobre todo, Matthew, que nació el mismo día que yo.
Llegué a Madrid esta mañana con mamá, después de un buen vuelo durante el que dormí prácticamente todo el tiempo, salvo un rato al despegue, pues mamá me tuvo que despertar para acomodarme y yo por un momento no supe dónde estaba ni qué estaba pasando.

La tarde fue larga, estuvimos jugando hasta muy tarde y después caí rendido a dormir hasta la mañana siguiente, cuando nos despertamos con la noticia de que España ganó el mundial de fútbol en un partido aburridísimo. Menos mal nos fuimos a dormir.
Y el lunes, en medio de los preparativos del viaje, tuve visita al Dr. MAC. Me dijo que todo está bien; estoy pesando 9,52 Kg y midiendo 76 cm. Me puso dos vacunas; el primer pinchazo me dolió mucho y, después de haber entrado por mi propio pie en el consultorio, tuve que salir en brazos de mamá.
Ahora, tengo unos pocos días para disfrutar de Madrid, antes de otro largo vuelo para ir a ver a toda la familia en Bogotá. Tengo especial ilusión por conocer a mis primos José María, Silvia, Andrew y, sobre todo, Matthew, que nació el mismo día que yo.
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Sunday, July 4, 2010
Clase de natación
Este fin de semana tuve mi primera clase de natación. Aunque desde hace tiempo que disfruto de los baños en la piscina con mis papás, nunca había tenido una clase formal.
El viernes por la mañana fuimos temprano a la casa de Nicolás y allí nos encontramos con la profesora. Según dice, lo primero que hay que conseguir -y lo que tiene sentido a nuestra edad- es que le perdamos el miedo al agua (que, diría yo, no le tenemos ningún temor) y sobre todo que instintivamente adoptemos medidas de supervivencia en caso de que sea necesario; o sea, ser capaces de flotar boca arriba o de agarrarse del borde de la piscina.
Hicimos varios ejercicios en la piscina, para acostumbrarnos al agua en la cara y evitar tragar o, peor aún, respirar agua; luego empezamos a patalear boca abajo de un lado a lado, y este ejercicio resultó mucho más duro para papá, que acabó con los brazos destrozados, que para mí.
Por último, y para ir adoptando la posición de flotamiento boca arriba, hicimos un ejercicio en el que papá tenía que cogerme de la cabeza con las dos manos. Me encontré muy incómodo y adolorido, pero todo parece tener una explicación en la dentición, pues hace que la zona de la mandíbula y los oídos estén mucho más sensibles.
Supongo que la próxima semana tendremos una sesión más... después, ¡a practicar durante las vacaciones!
El viernes por la mañana fuimos temprano a la casa de Nicolás y allí nos encontramos con la profesora. Según dice, lo primero que hay que conseguir -y lo que tiene sentido a nuestra edad- es que le perdamos el miedo al agua (que, diría yo, no le tenemos ningún temor) y sobre todo que instintivamente adoptemos medidas de supervivencia en caso de que sea necesario; o sea, ser capaces de flotar boca arriba o de agarrarse del borde de la piscina.
Hicimos varios ejercicios en la piscina, para acostumbrarnos al agua en la cara y evitar tragar o, peor aún, respirar agua; luego empezamos a patalear boca abajo de un lado a lado, y este ejercicio resultó mucho más duro para papá, que acabó con los brazos destrozados, que para mí.
Por último, y para ir adoptando la posición de flotamiento boca arriba, hicimos un ejercicio en el que papá tenía que cogerme de la cabeza con las dos manos. Me encontré muy incómodo y adolorido, pero todo parece tener una explicación en la dentición, pues hace que la zona de la mandíbula y los oídos estén mucho más sensibles.
Supongo que la próxima semana tendremos una sesión más... después, ¡a practicar durante las vacaciones!
Saturday, June 19, 2010
Visita a los abuelos, o vacaciones con papá
Durante varios días había notado mucho movimiento en mis papás. La nevera casi vacía, un montón de ropa fuera de los armarios… y al final una maleta grande en medio del salón, un entretenimiento perfecto para mí, que podía subirme sobre ella y así alcanzar a ver por encima del sofá.
El domingo, por fin, papá me despertó muy temprano, más o menos a las 5 AM y salimos con las maletas a coger un taxi camino del aeropuerto. Por un malentendido en la emisión de mi billete, estuvimos un buen rato en el mostrador hasta que por fin tuvimos nuestras tarjetas de embarque y fuimos hacia el avión. Mamá no estaba con nosotros y no podía imaginar entonces que no la vería hasta unos cuantos días después.
Tomamos un avión de Lufthansa a Múnich. Tanto las azafatas como una policía al llegar a Alemania nos preguntaron si viajábamos solos y alabaron lo valientes que éramos. La verdad es que el vuelo no fue para tanto: me regalaron un pequeño avión de peluche y me dieron una papilla de frutas. Además, al no ir lleno, tuvimos la suerte de tener la silla de al lado libre, así que me pude acomodar ahí durante buena parte del vuelo; un alivio para papá sobre todo mientras él comía.
En la escala en Múnich tuvimos que ir de una punta a otra del aeropuerto. Mientras esperábamos para abordar el siguiente vuelo, estuve jugando y corriendo sin parar. Era la primera vez que caminaba largo tiempo con mis zapatos; al principio con algo de torpeza, pero poco a poco fui cogiendo el ritmo y al final ya no quería parar. La gente alrededor era muy simpática y estuve jugando con muchos de ellos.
Un par de horas después, cuando ya empezaba a notar el cansancio, por fin aterrizamos en Madrid. Allí nos estaban esperando mi tío Alejandro y mi tía Patricia, a quien no había podido ver antes más que por la pantalla del computador. Al llegar a casa, mi abuelito no podía creer que yo estuviese ahí. Y es que mi llegada lo tomó completamente por sorpresa: papá ya tenía previsto ir a visitarlo tras su operación, pero mi viaje lo organizamos a última hora y después de que mamá decidiera asistir durante esos mismos días a un congreso en Turín.
Los días en Madrid fueron muy divertidos, estuve feliz con mis tíos y mis abuelos. Dormí plácidamente, jugué con todo lo que tenía mi abuelita para mí y mis primos y comí estupendamente todos los manjares que me preparó mi abuelita (los mismos que papá cuando tenía mi edad le rechazaba). También me di unos cuantos golpes: en la calle me caí una vez; de la cama me tiré, aunque la maleta amortiguó mi caída; y en la bañera me resbalé. Ninguno fue un golpe fuerte ni me dejó marcas afortunadamente, así papá tuvo la suerte de que mamá no se enterara. Pero sobre todo disfruté mucho del cariño y de la compañía de mi abuelito, que afortunadamente –y espero que mi presencia haya ayudado- se está recuperando rápidamente.
El jueves por la tarde tuvimos que regresar. La despedida en el aeropuerto fue emotiva, pero no especialmente triste, sobre todo porque sabemos que en unas pocas semanas volveré a verlos –esta vez con mamá-. El vuelo de regreso fue también tranquilo, aunque en Madrid –y para aterrizar en Múnich- tuvimos algo de retraso debido al mal tiempo; nada grave, pues alcanzamos a tomar el vuelo a Dubai, eso sí, después de una buena carrera por el aeropuerto. El vuelo era de noche y pude dormir la mayor parte del tiempo. Me dieron una cuna, aunque supongo que ésta sea la última vez que pueda usarla porque apenas cabía en ella y, además, al despertarme me puedo levantar, así que por seguridad no puedo quedarme ahí solo.
Ayer, al llegar a casa, me sorprendí al reconocerlo todo, pero fue entonces cuando fui consciente de que ya hacía casi una semana que no veía a mamá. Después de una larga siesta, bajamos con papá a la piscina y nos refrescamos, pues está haciendo ya bastante calor. Hoy, hemos pasado un día tranquilo y vamos ahora a ir al mall a dar un paseo y a comprar para tener desayuno para mamá que, según dice papá, llega esta noche tarde. Yo seguramente no sea capaz de aguantar despierto, así que hasta mañana, mamá. Buen viaje.
El domingo, por fin, papá me despertó muy temprano, más o menos a las 5 AM y salimos con las maletas a coger un taxi camino del aeropuerto. Por un malentendido en la emisión de mi billete, estuvimos un buen rato en el mostrador hasta que por fin tuvimos nuestras tarjetas de embarque y fuimos hacia el avión. Mamá no estaba con nosotros y no podía imaginar entonces que no la vería hasta unos cuantos días después.
Tomamos un avión de Lufthansa a Múnich. Tanto las azafatas como una policía al llegar a Alemania nos preguntaron si viajábamos solos y alabaron lo valientes que éramos. La verdad es que el vuelo no fue para tanto: me regalaron un pequeño avión de peluche y me dieron una papilla de frutas. Además, al no ir lleno, tuvimos la suerte de tener la silla de al lado libre, así que me pude acomodar ahí durante buena parte del vuelo; un alivio para papá sobre todo mientras él comía.
En la escala en Múnich tuvimos que ir de una punta a otra del aeropuerto. Mientras esperábamos para abordar el siguiente vuelo, estuve jugando y corriendo sin parar. Era la primera vez que caminaba largo tiempo con mis zapatos; al principio con algo de torpeza, pero poco a poco fui cogiendo el ritmo y al final ya no quería parar. La gente alrededor era muy simpática y estuve jugando con muchos de ellos.
Un par de horas después, cuando ya empezaba a notar el cansancio, por fin aterrizamos en Madrid. Allí nos estaban esperando mi tío Alejandro y mi tía Patricia, a quien no había podido ver antes más que por la pantalla del computador. Al llegar a casa, mi abuelito no podía creer que yo estuviese ahí. Y es que mi llegada lo tomó completamente por sorpresa: papá ya tenía previsto ir a visitarlo tras su operación, pero mi viaje lo organizamos a última hora y después de que mamá decidiera asistir durante esos mismos días a un congreso en Turín.
Los días en Madrid fueron muy divertidos, estuve feliz con mis tíos y mis abuelos. Dormí plácidamente, jugué con todo lo que tenía mi abuelita para mí y mis primos y comí estupendamente todos los manjares que me preparó mi abuelita (los mismos que papá cuando tenía mi edad le rechazaba). También me di unos cuantos golpes: en la calle me caí una vez; de la cama me tiré, aunque la maleta amortiguó mi caída; y en la bañera me resbalé. Ninguno fue un golpe fuerte ni me dejó marcas afortunadamente, así papá tuvo la suerte de que mamá no se enterara. Pero sobre todo disfruté mucho del cariño y de la compañía de mi abuelito, que afortunadamente –y espero que mi presencia haya ayudado- se está recuperando rápidamente.
El jueves por la tarde tuvimos que regresar. La despedida en el aeropuerto fue emotiva, pero no especialmente triste, sobre todo porque sabemos que en unas pocas semanas volveré a verlos –esta vez con mamá-. El vuelo de regreso fue también tranquilo, aunque en Madrid –y para aterrizar en Múnich- tuvimos algo de retraso debido al mal tiempo; nada grave, pues alcanzamos a tomar el vuelo a Dubai, eso sí, después de una buena carrera por el aeropuerto. El vuelo era de noche y pude dormir la mayor parte del tiempo. Me dieron una cuna, aunque supongo que ésta sea la última vez que pueda usarla porque apenas cabía en ella y, además, al despertarme me puedo levantar, así que por seguridad no puedo quedarme ahí solo.
Ayer, al llegar a casa, me sorprendí al reconocerlo todo, pero fue entonces cuando fui consciente de que ya hacía casi una semana que no veía a mamá. Después de una larga siesta, bajamos con papá a la piscina y nos refrescamos, pues está haciendo ya bastante calor. Hoy, hemos pasado un día tranquilo y vamos ahora a ir al mall a dar un paseo y a comprar para tener desayuno para mamá que, según dice papá, llega esta noche tarde. Yo seguramente no sea capaz de aguantar despierto, así que hasta mañana, mamá. Buen viaje.
Wednesday, May 26, 2010
Fiebre
Hace casi dos semanas, el viernes, fuimos a celebrar el cumpleaños de Simón en su casa. Me di un baño en la piscina y estuve contento, pero no me encontraba del todo bien y no jugué tanto con los niños como en otras ocasiones.
Al día siguiente nos dimos cuenta de que tenía algo: por la noche empezó a subir la fiebre y ya el domingo por la mañana llegué a estar por encima de 39. Mi pediatra estaba de viaje así que fuimos al hospital Al Wasl. Mientras esperábamos a que me atendiera el doctor, me volvió a subir la fiebre y no pude evitar vomitar encima de papá. Finalmente la doctora que me vio dijo que era viral, nada de lo que preocuparse, y me recetó algunas medicinas. Regresamos a casa y dormí mucho más de lo habitual. Lo más triste de todo fue el perderme la fiesta de cumpleaños de Jacques esa misma tarde.
Estuve casi toda la semana un poco decaído, me tomó tiempo recuperarme. Empecé a hacer vida normal y acudí a todas mis actividades, pero comía relativamente poco y estaba algo irritable. Todo además coincidió con las molestias en las encías por los dientes de arriba. Con todo esto, mis pobres papás han pasado unos días muy difíciles y se les nota también cansados.
Ayer he vuelto a tener un poco de fiebre, así que para descartar cualquier complicación hemos decidido ir a visitar al doctor Mac hoy. Insistió en que no era nada de qué preocuparse, que ha habido un virus en Dubai que ha afectado a un montón de niños y que ahora lo único que puedo hacer es asegurarme de que estoy bien hidratado y tener paciencia.
Así que, tras diez o doce días ya de aguante, no nos queda otra opción, a mis papás y a mí, que tener un poco más de paciencia.
Al día siguiente nos dimos cuenta de que tenía algo: por la noche empezó a subir la fiebre y ya el domingo por la mañana llegué a estar por encima de 39. Mi pediatra estaba de viaje así que fuimos al hospital Al Wasl. Mientras esperábamos a que me atendiera el doctor, me volvió a subir la fiebre y no pude evitar vomitar encima de papá. Finalmente la doctora que me vio dijo que era viral, nada de lo que preocuparse, y me recetó algunas medicinas. Regresamos a casa y dormí mucho más de lo habitual. Lo más triste de todo fue el perderme la fiesta de cumpleaños de Jacques esa misma tarde.
Estuve casi toda la semana un poco decaído, me tomó tiempo recuperarme. Empecé a hacer vida normal y acudí a todas mis actividades, pero comía relativamente poco y estaba algo irritable. Todo además coincidió con las molestias en las encías por los dientes de arriba. Con todo esto, mis pobres papás han pasado unos días muy difíciles y se les nota también cansados.
Ayer he vuelto a tener un poco de fiebre, así que para descartar cualquier complicación hemos decidido ir a visitar al doctor Mac hoy. Insistió en que no era nada de qué preocuparse, que ha habido un virus en Dubai que ha afectado a un montón de niños y que ahora lo único que puedo hacer es asegurarme de que estoy bien hidratado y tener paciencia.
Así que, tras diez o doce días ya de aguante, no nos queda otra opción, a mis papás y a mí, que tener un poco más de paciencia.
Saturday, May 8, 2010
Turismo en Dubai con Natalia
Parece que hoy tendré que dormir solo de nuevo. Esta mañana, cuando me he levantado, ya no he encontrado a Natalia y a Óscar en casa. Vinieron desde Madrid a visitarnos esta semana y, como en casa hay únicamente dos habitaciones, mis papás se trasladaron durante estos días a la mía.
A pesar de haber hecho un montón de cosas que inevitablemente alteraban mi rutina, me he portado muy bien y he aguantado las largas jornadas de turismo. El primer día fuimos a Madinat Jumeirah; yo no iba allí desde el día de Reyes. Al día siguiente, después de mi clase en el gimnasio, nos encontramos todos en el Dubai Mall. Intentamos después subir al Neos, un bar con una vista privilegiada en el piso 63 del hotel Address, pero por primera vez me discriminaron por mi edad y no me dejaron entrar. Mientras ellos disfrutaban de la vista, yo me quedé abajo con papá mirando unas fuentes de colores en el jardín del hotel.
El miércoles por la mañana fuimos a Abu Dhabi a visitar la mezquita de Sheikh Zayed, que es la tercera más grande del mundo (tras las de La Meca y Medina). Es un sitio muy agradable, estuve jugando en la alfombra de colores y toda la gente era muy amable.
El jueves papá se tomo el día libre y, después de acompañarme a mi clase de música y una vez me desperté de mi siesta, nos fuimos al Bab al Shams, un hotel en el medio del desierto. Allí, antes de cenar, estuve jugando con un par de halcones bebés (de 7 meses y 1 año); luego estuvimos disfrutando del atardecer, yo gateando y metiendo la boca en la arena.
El viernes por la tarde, ya para cerrar la semana, fuimos al centro de Dubai. Por primera vez monté en barco, y fue en un abra, las pequeñas canoas que atraviesan el Creek, entre las zonas de Bur Dubai y Deira. El viaje cuesta 1 dirham y fue una experiencia muy pintoresca.
Al otro lado visitamos el zoco de las especias y el del oro. De regreso al mercado de los textiles, encontramos una tienda donde comprarme un vestido. Creo que mañana, que en Colombia se celebra el día de la madre, será una buena ocasión para estrenarlo.
A pesar de haber hecho un montón de cosas que inevitablemente alteraban mi rutina, me he portado muy bien y he aguantado las largas jornadas de turismo. El primer día fuimos a Madinat Jumeirah; yo no iba allí desde el día de Reyes. Al día siguiente, después de mi clase en el gimnasio, nos encontramos todos en el Dubai Mall. Intentamos después subir al Neos, un bar con una vista privilegiada en el piso 63 del hotel Address, pero por primera vez me discriminaron por mi edad y no me dejaron entrar. Mientras ellos disfrutaban de la vista, yo me quedé abajo con papá mirando unas fuentes de colores en el jardín del hotel.
El miércoles por la mañana fuimos a Abu Dhabi a visitar la mezquita de Sheikh Zayed, que es la tercera más grande del mundo (tras las de La Meca y Medina). Es un sitio muy agradable, estuve jugando en la alfombra de colores y toda la gente era muy amable.
El viernes por la tarde, ya para cerrar la semana, fuimos al centro de Dubai. Por primera vez monté en barco, y fue en un abra, las pequeñas canoas que atraviesan el Creek, entre las zonas de Bur Dubai y Deira. El viaje cuesta 1 dirham y fue una experiencia muy pintoresca.
Saturday, May 1, 2010
Fujairah
Este fin de semana hemos estado en la playa. El jueves papá regresó temprano de la oficina, almorzamos algo rápido y cogimos el coche, eso sí, con muchas más cosas que de costumbre. Al poco rato de arrancar me quedé dormido y cuando me desperté, casi dos horas después, estábamos pasando por una zona de montañas áridas y, en un momento, se volvió a ver el mar y llegamos a nuestro destino.
Estábamos en Fujairah, que es uno de los siete emiratos del país y que queda sobre el golfo de Omán, es decir, en la costa este de E.A.U. Nos quedamos en el hotel Rotana, en una habitación muy cómoda que tenIa un ventanal que daba directamente al jardín y a la piscina.
Pasamos un fin de semana muy agradable y tranquilo con Nicolás y sus papás. Aún no hacía tanto calor, asI que pudimos disfrutar de la piscina y de la playa. Y el sábado por la mañana, mientras papá y Charbel fueron a bucear, estuvimos en el club, jugando con otros niños.
Pero fue el viernes el día más divertido, porque por la tarde, después del almuerzo, bajamos todos a la playa. Era la primera vez que yo iba verdaderamente preparado y pude jugar tranquilamente en la arena y darme un baño en el mar con papá. Y tras tanto ejercicio, nos echamos una buena siesta en una hamaca, disfrutando de la brisa templada.
El regreso a casa, el sábado por la tarde, después de un buen baño en la piscina, se me hizo algo más pesado. Me desperté a mitad de camino y los últimos 20 minutos estuve muy incómodo, ya cansado. Pero mereció la pena, me queda un grato recuerdo de mi primer baño en el mar.
Y, ahora, toca disfrutar de nuevo de mi cama.
Estábamos en Fujairah, que es uno de los siete emiratos del país y que queda sobre el golfo de Omán, es decir, en la costa este de E.A.U. Nos quedamos en el hotel Rotana, en una habitación muy cómoda que tenIa un ventanal que daba directamente al jardín y a la piscina.

Pero fue el viernes el día más divertido, porque por la tarde, después del almuerzo, bajamos todos a la playa. Era la primera vez que yo iba verdaderamente preparado y pude jugar tranquilamente en la arena y darme un baño en el mar con papá. Y tras tanto ejercicio, nos echamos una buena siesta en una hamaca, disfrutando de la brisa templada.
El regreso a casa, el sábado por la tarde, después de un buen baño en la piscina, se me hizo algo más pesado. Me desperté a mitad de camino y los últimos 20 minutos estuve muy incómodo, ya cansado. Pero mereció la pena, me queda un grato recuerdo de mi primer baño en el mar.
Y, ahora, toca disfrutar de nuevo de mi cama.
Wednesday, April 21, 2010
Nuevos sabores
En estos últimos días he tenido un montón de experiencias nuevas. Para empezar, voy a hablar de la comida - desde que el doctor me dio vía libre he probado:
- Cereales: además de los típicos de arroz y trigo, ahora tengo también uno con frutas. Casi todas las mañanas papá me prepara una buena papilla de desayuno. Comemos juntos y después -como acabo siempre untado- nos vamos directamente a la ducha (agua fría con papá, calentita con mamá). Me encanta mi desayuno de cereales.
- Verduras y carne: mamá es ya una experta cocinándome unas sopas y papillas deliciosas, y cada vez va inventando recetas nuevas. Tomate, champiñones, pimiento, brócoli, cebolla, ternera, lentejas... son sólo algunos de los ingredientes que mamá ha ido añadiendo últimamente. Me encantan mis papillas.
- Frutas: además de manzanas, peras y plátanos, devoro mandarinas, melón, sandía y, en realidad, cualquier fruta que pase por mis manos. Me encanta la sensación refrescante.
- Huevo: estoy comiendo la yema de huevo tibio al menos dos veces por semana. Por ahora no me dan la clara, yo creo que porque papá (a mamá no la he visto ni probarla) quiere comérsela. Me encanta el huevo.
- Pescado: el sábado compramos un filete de hammour; a mí me tocó un pequeño trozo hervido. El resto se lo comieron mis papás con una salsa de verduras y una botella de vino blanco. El de ellos se veía muy apetecible, pero el mío estaba muy bueno también. Me encantó el pescado.
- Pollo. O mejor dicho, huesos de pollo: hoy mis papás tenían de almuerzo unas patitas de pollo que olían muy bien. Como yo ya había terminado mi comida, me dieron uno de los huesos para que me entretuviera. Siguiendo el ejemplo de papá, empecé a roer el hueso. Por fin descubrí un buen uso para mi diente que ha compensado el dolor que me causó al salir. Además ahora entiendo por qué papá tiene esa cara de placer al comer. Me encantó mi hueso y estoy seguro de que también me quedó cara de satisfacción.
Wednesday, April 14, 2010
Nueve meses, un diente, un golpe
Hoy cumplo nueve meses: he tenido consulta con el pediatra y el doctor me ha dicho que estoy perfectamente y que, además, soy muy guapo. He pesado 9,02 Kg y ya mido 72 cm. Creo que justo un poquito por encima de la media.
El Dr. MAC comprobó también que el moretón que tengo en la frente no tiene nada de preocupante y que se me va a pasar enseguida, sólo con un poco de hielo (tal como hizo mamá). La historia es que desde hace tiempo me llama la atención cualquier cosa que haya sobre las mesas de noche de mis papás; el domingo, después de la ducha y mientras jugábamos en la cama, intentando estirarme para coger un anillo de mamá, di un brinco con tal fuerza que fui a parar justamente en el borde de la mesilla... qué dolor, y vaya grito que pegué. Afortunadamente todo quedó en nada más que un susto, mamá me tranquilizó (después de calmarse ella al ver que no había sangre) y me puso hielo en la frente para aliviarme. Al rato a mí ya se me había olvidado todo pero, con el chichón que me ha quedado, el recuerdo ha hecho sufrir mucho a mamá.
Pero bueno, tengo más buenas noticias: el doctor me ha dicho que ya puedo comer de todo, así que esta semana empezaré con huevos y pescado. Ya era hora de variar un poco, porque ya me estoy cansando de la misma leche y, sobre todo, ahora que por fin tengo mi primer diente quiero empezar a usarlo. A ver cuándo me como un buen chuletón.
Por último, el doctor también me recomendó que fuera a la piscina para no tenerle miedo al agua, empezar a aprender a flotar y sobre todo a jugar y chapotear. Genial, pues el fin de semana pasado estuvimos un buen rato y la verdad es que disfruté mucho; me encanta el agua y, ahora que ya viene el calor, es muy refrescante, perfecta para preparar una buena siesta.
El Dr. MAC comprobó también que el moretón que tengo en la frente no tiene nada de preocupante y que se me va a pasar enseguida, sólo con un poco de hielo (tal como hizo mamá). La historia es que desde hace tiempo me llama la atención cualquier cosa que haya sobre las mesas de noche de mis papás; el domingo, después de la ducha y mientras jugábamos en la cama, intentando estirarme para coger un anillo de mamá, di un brinco con tal fuerza que fui a parar justamente en el borde de la mesilla... qué dolor, y vaya grito que pegué. Afortunadamente todo quedó en nada más que un susto, mamá me tranquilizó (después de calmarse ella al ver que no había sangre) y me puso hielo en la frente para aliviarme. Al rato a mí ya se me había olvidado todo pero, con el chichón que me ha quedado, el recuerdo ha hecho sufrir mucho a mamá.
Pero bueno, tengo más buenas noticias: el doctor me ha dicho que ya puedo comer de todo, así que esta semana empezaré con huevos y pescado. Ya era hora de variar un poco, porque ya me estoy cansando de la misma leche y, sobre todo, ahora que por fin tengo mi primer diente quiero empezar a usarlo. A ver cuándo me como un buen chuletón.
Por último, el doctor también me recomendó que fuera a la piscina para no tenerle miedo al agua, empezar a aprender a flotar y sobre todo a jugar y chapotear. Genial, pues el fin de semana pasado estuvimos un buen rato y la verdad es que disfruté mucho; me encanta el agua y, ahora que ya viene el calor, es muy refrescante, perfecta para preparar una buena siesta.
Friday, April 2, 2010
¡Feliz cumpleaños, mamá!
¡Feliz cumpleaños, mamá! Te amo...
Después de una larga noche -me desperté varias veces y me costaba volver a dormir- en la que mamá tuvo que desvelarse, esta mañana muy temprano me levanté y con papá fuimos a despertar a mamá a la cama para darle el primer beso de cumpleaños. La noté diferente, muy bonita y probablemente pareciendo más joven; papá me contó que se había cortado el pelo y me dijo que, aunque él tampoco se fija en esas cosas habitualmente, es muy importante poner atención y elogiar a las mujeres en esos casos.
Con papá llevamos tiempo pensando en qué regalarle o qué sorpresa prepararle a mamá y no hemos podido ponernos de acuerdo. Yo he tenido un montón de ideas, pero papá no me ha sido de mucha ayuda en esta ocasión; creo que para el año que viene voy a tener que organizarlo todo yo solo, porque si sigo esperando a que él haga algo, nos vamos a quedar otra vez igual.
Lo bueno es que coincidencialmente Feriel -la amiga de mamá de Túnez con quien vivió en Barcelona- está visitando Dubai este fin de semana. Fuimos a almorzar con ellos en el Dubai Mall y después fuimos a tomar el aire en el Boardwalk, mirando el Creek. Nunca habíamos estado allí y es un lugar muy bonito.
Pero lo agradable del lugar lo estropeé con mis gritos: quizás era por la molestia -incluso comer mis galletas me duele- de los dientes, que parece que por fin van a salir, o quizás era por envidia al ver que hoy mamá me estaba robando el protagonismo.
La realidad: seguramente una mezcla de las dos. Es cierto que siento dolor en las encías y quiero estar mordiendo cosas todo el día, preferiblemente frescas. Pero también es verdad que, una vez regresamos a casa, me calmé y me dediqué a hacer lo de siempre: jugar con mis cosas, coger las cosas de mis papás y ver los Simpson en la tele.
Ahora, que ya estamos todos cansados, me voy a dormir y voy a dejar que mis papás -si no los vence el sueño antes- disfruten de una buena botella de vino.
Después de una larga noche -me desperté varias veces y me costaba volver a dormir- en la que mamá tuvo que desvelarse, esta mañana muy temprano me levanté y con papá fuimos a despertar a mamá a la cama para darle el primer beso de cumpleaños. La noté diferente, muy bonita y probablemente pareciendo más joven; papá me contó que se había cortado el pelo y me dijo que, aunque él tampoco se fija en esas cosas habitualmente, es muy importante poner atención y elogiar a las mujeres en esos casos.
Con papá llevamos tiempo pensando en qué regalarle o qué sorpresa prepararle a mamá y no hemos podido ponernos de acuerdo. Yo he tenido un montón de ideas, pero papá no me ha sido de mucha ayuda en esta ocasión; creo que para el año que viene voy a tener que organizarlo todo yo solo, porque si sigo esperando a que él haga algo, nos vamos a quedar otra vez igual.
Lo bueno es que coincidencialmente Feriel -la amiga de mamá de Túnez con quien vivió en Barcelona- está visitando Dubai este fin de semana. Fuimos a almorzar con ellos en el Dubai Mall y después fuimos a tomar el aire en el Boardwalk, mirando el Creek. Nunca habíamos estado allí y es un lugar muy bonito.
Pero lo agradable del lugar lo estropeé con mis gritos: quizás era por la molestia -incluso comer mis galletas me duele- de los dientes, que parece que por fin van a salir, o quizás era por envidia al ver que hoy mamá me estaba robando el protagonismo.
La realidad: seguramente una mezcla de las dos. Es cierto que siento dolor en las encías y quiero estar mordiendo cosas todo el día, preferiblemente frescas. Pero también es verdad que, una vez regresamos a casa, me calmé y me dediqué a hacer lo de siempre: jugar con mis cosas, coger las cosas de mis papás y ver los Simpson en la tele.
Ahora, que ya estamos todos cansados, me voy a dormir y voy a dejar que mis papás -si no los vence el sueño antes- disfruten de una buena botella de vino.
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Saturday, March 20, 2010
Chapuzón
Papá salió un momento a comprar un módulo más de espuma ahora ya tengo prácticamente todo el suelo de mi cuarto cubierto (y las esquinas acolchadas) para poder jugar, caerme y revolcarme, supuestamente sin peligro.
Cuando regresó, nos cambiamos, me pusieron un pañal de colores y enterizo, algo más abultado que los normales; encima, la pantaloneta de baño y, para bajar a la piscina, me cubrí con mi albornoz. Como ya era el final de la tarde, no hacía tanto calor. Papá se metió primero al agua. Yo, de pie en el borde de la piscina, no podía esperar a tirarme con él.
Por fin, cuando me dejaron tirarme al agua, la sensación fue muy agradable: el agua estaba más fresquita que en la bañera y además me cubría entero. Estuvimos chapoteando, nadando de espaldas e incluso me sumergí un par de veces. Después se metió mamá con nosotros, y jugamos un rato más, hasta que en una voltereta de papá tragué un poco de agua y decidimos salir.
Tras relajarnos un rato en la hamaca, fuimos a la pequeña piscina con chorros, que a mamá le gusta mucho. Para mí, el agua estaba demasiado caliente, así que me que quedé en el charquito de al lado, debajo de la fuente de agua fresquita. Ahí estuve jugando un rato con dos niñas que tenían una pelota.
Tras el día de playa del pasado fin de semana, ¡hoy ha tocado chapuzón en la piscina! De cualquiera de las maneras, me gusta mucho el agua. Y ahora toca siesta. Para los tres.
Cuando regresó, nos cambiamos, me pusieron un pañal de colores y enterizo, algo más abultado que los normales; encima, la pantaloneta de baño y, para bajar a la piscina, me cubrí con mi albornoz. Como ya era el final de la tarde, no hacía tanto calor. Papá se metió primero al agua. Yo, de pie en el borde de la piscina, no podía esperar a tirarme con él.
Por fin, cuando me dejaron tirarme al agua, la sensación fue muy agradable: el agua estaba más fresquita que en la bañera y además me cubría entero. Estuvimos chapoteando, nadando de espaldas e incluso me sumergí un par de veces. Después se metió mamá con nosotros, y jugamos un rato más, hasta que en una voltereta de papá tragué un poco de agua y decidimos salir.
Tras relajarnos un rato en la hamaca, fuimos a la pequeña piscina con chorros, que a mamá le gusta mucho. Para mí, el agua estaba demasiado caliente, así que me que quedé en el charquito de al lado, debajo de la fuente de agua fresquita. Ahí estuve jugando un rato con dos niñas que tenían una pelota.
Tras el día de playa del pasado fin de semana, ¡hoy ha tocado chapuzón en la piscina! De cualquiera de las maneras, me gusta mucho el agua. Y ahora toca siesta. Para los tres.
Sunday, March 14, 2010
Ocho meses: playa, turismo, amiguitas
Un mes más: hoy hace ya ocho meses que nací. El tiempo pasa muy rápido y echando la vista atrás impresiona el ritmo al que progresamos los bebés. Ya me levanto con facilidad, me aguanto en pie e incluso empiezo a dar tímidamente algún paso agarrado de la mesa. Aún espero que me salgan mis primeros dientes, que llevan ya semanas amenazando: me duelen mucho las encías y estoy babosísimo.
Ayer decidimos ir a dar un paseo, aprovechando el buen clima y antes de que haga demasiado calor. Al final de la tarde estuvimos visitando el centro de Dubai: caminamos
por Bastakiya, un pequeño barrio restaurado al estilo de las antiguas construcciones locales, recorrimos el souk textil y por último vimos el atardecer en el Creek, donde había un montón de gente cruzando el canal en unos barquitos pequeños que en árabe se llaman abras.
Antes, fuimos a almorzar a Ajman, un pequeño Emirato al norte. Dice mamá que allí ya estuvimos hace exactamente un año con el tío Otto, cuando yo tenía 5 meses en su barriga (la de mi mamá, obviamente). Desde la terraza en la que almorzamos, mientras papá dormía la siesta, con mamá estuvimos mirando hacia el jardín y disfruté mucho escuchando el canto de los pájaros y viéndolos venir a jugar entre las flores.
Después bajamos a caminar en la playa; ya en septiembre, en Eid, estuvimos un rato en la playa de Dubai, pero hoy estuve por primera vez jugando con la arena. Había marea baja, así que la playa era ancha y tenía un gran trozo de arena húmeda, muy divertida. Después metimos los pies en el agua con papá... apenas me dejaron chapotear un poco, supongo que porque no teníamos ropa de baño. Espero que pronto volvamos al mar, pero preparados para darnos un buen baño y revolcarnos en la arena.
Una anécdota más del día: mientras almorzábamos, dos muchachas que estaban a un par de mesas de nosotros no dejaban de mirarme. Estuvimos sonriéndonos hasta que por fin una de ellas, que se cubría con un pañuelo, se acercó hasta nosotros y me llevó, con silla y todo, a su mesa. Estuve jugando y conversando largo rato con ellas, mientras mis papás terminaban de comer.
No es la primera vez que hago amigas tan fácil. El jueves salimos a cenar con amigos de papá del trabajo en Madinat Jumeirah y mientras ellos hablaban de sus cosas, dos niñas también me hacían guiños. Una de ellas se levantó, me cargó, estuvimos jugando y hasta se hicieron fotos conmigo. Resultaron ser dos chicas saudíes, estudiantes de Riad, que estaban en Dubai en un congreso de odontología. Estaban completamente cubiertas con sus abayas y a punto estuve de arrancársela a una de ellas; creo que es la primera vez que tengo un contacto tan cercano con gente de la región.
Pues sí, creo que les gusto a las mujeres, de todas las edades. Frecuentemente me paran por la calle para acariciarme y jugarme... Papá no puede ocultar un cierto orgullo y dice que espera que cuando yo crezca mantenga ese encanto y pueda seguir engatusando a las mujeres con tanta facilidad y éxito. Eso espero yo también.
Ayer decidimos ir a dar un paseo, aprovechando el buen clima y antes de que haga demasiado calor. Al final de la tarde estuvimos visitando el centro de Dubai: caminamos

Antes, fuimos a almorzar a Ajman, un pequeño Emirato al norte. Dice mamá que allí ya estuvimos hace exactamente un año con el tío Otto, cuando yo tenía 5 meses en su barriga (la de mi mamá, obviamente). Desde la terraza en la que almorzamos, mientras papá dormía la siesta, con mamá estuvimos mirando hacia el jardín y disfruté mucho escuchando el canto de los pájaros y viéndolos venir a jugar entre las flores.

Una anécdota más del día: mientras almorzábamos, dos muchachas que estaban a un par de mesas de nosotros no dejaban de mirarme. Estuvimos sonriéndonos hasta que por fin una de ellas, que se cubría con un pañuelo, se acercó hasta nosotros y me llevó, con silla y todo, a su mesa. Estuve jugando y conversando largo rato con ellas, mientras mis papás terminaban de comer.
No es la primera vez que hago amigas tan fácil. El jueves salimos a cenar con amigos de papá del trabajo en Madinat Jumeirah y mientras ellos hablaban de sus cosas, dos niñas también me hacían guiños. Una de ellas se levantó, me cargó, estuvimos jugando y hasta se hicieron fotos conmigo. Resultaron ser dos chicas saudíes, estudiantes de Riad, que estaban en Dubai en un congreso de odontología. Estaban completamente cubiertas con sus abayas y a punto estuve de arrancársela a una de ellas; creo que es la primera vez que tengo un contacto tan cercano con gente de la región.
Pues sí, creo que les gusto a las mujeres, de todas las edades. Frecuentemente me paran por la calle para acariciarme y jugarme... Papá no puede ocultar un cierto orgullo y dice que espera que cuando yo crezca mantenga ese encanto y pueda seguir engatusando a las mujeres con tanta facilidad y éxito. Eso espero yo también.
Saturday, March 13, 2010
Mi habitación
Esta noche he dormido solo en la otra habitación. Al acostarme realmente no me di cuenta de nada diferente, pero cuando me desperté en mitad de la noche me puse algo nervioso al ver que estaba en otro sitio y que mis papás no estaban ahí.
Así que por fin he descubierto lo que estaban organizando durante todos estos días: finalmente ayer papá pasó mi cuna al otro cuarto. Por cierto, aprovecharon para cambiarla a la posición más baja, pues ahora ya me levanto
sin ningún problema y tienen el temor de que yo sea tan torpe como para tirarme por encima de la baranda.
Mamá ha estado mucho más estresada que yo, desde luego. Lleva tiempo diciendo que tenía que sacarme de la habitación, que ya estoy mayor; sin embargo, ha ido pasando el tiempo y ahí seguía, en el cuarto de mis papás, que de todos modos es bastante grande y yo tenía mi rincón independiente. Pero estaba hablando de mamá: la pobre no ha dormido nada anoche, nerviosa, pendiente de mí. En algún momento creo que incluso se llevó la almohada al sofá de la que ahora es mi habitación sólo para poder estar cerca de mí y velar mi sueño.
Además de mover la cama, también han puesto una estantería y mamá ha organizado allí todos mis muñecos y juguetes. La verdad es que me gusta como está quedando. Y me gusta mucho también que tengo una ventana grande al lado de la cuna, así que por las mañanas al despertarme veo el amanecer y el sol brillando sobre los edificios al otro lado de la carretera.
Así que por fin he descubierto lo que estaban organizando durante todos estos días: finalmente ayer papá pasó mi cuna al otro cuarto. Por cierto, aprovecharon para cambiarla a la posición más baja, pues ahora ya me levanto

Mamá ha estado mucho más estresada que yo, desde luego. Lleva tiempo diciendo que tenía que sacarme de la habitación, que ya estoy mayor; sin embargo, ha ido pasando el tiempo y ahí seguía, en el cuarto de mis papás, que de todos modos es bastante grande y yo tenía mi rincón independiente. Pero estaba hablando de mamá: la pobre no ha dormido nada anoche, nerviosa, pendiente de mí. En algún momento creo que incluso se llevó la almohada al sofá de la que ahora es mi habitación sólo para poder estar cerca de mí y velar mi sueño.
Además de mover la cama, también han puesto una estantería y mamá ha organizado allí todos mis muñecos y juguetes. La verdad es que me gusta como está quedando. Y me gusta mucho también que tengo una ventana grande al lado de la cuna, así que por las mañanas al despertarme veo el amanecer y el sol brillando sobre los edificios al otro lado de la carretera.
Tuesday, March 9, 2010
Papá, viajando. En casa, cambios
Durante estas últimas semanas, papá ha tenido que pasar bastante tiempo fuera por viajes de trabajo. Primero estuvo en Jordania, Líbano y Siria. Fue casi toda una semana y me he dado cuenta de que lo echo de menos cuando no está. De algún modo, le preguntaba a mamá por él; y cuando llamaba por teléfono yo me emocionaba mucho al oír su voz.
Esta semana ha estado un par de días en Teherán. Regresó ayer y cuenta que es un sitio muy interesante, con gente muy amable y cordial, pero que vive con muchísimas limitaciones y restricciones, tanto por el propio régimen que sufren como por el embargo al que están sometidos: por ejemplo, igual que en Siria, no funciona Internet -ni siquiera el correo- en el móvil; y en Irán, además, es prácticamente imposible pagar con tarjeta de crédito.
Mientras tanto, en casa, hemos estado haciendo algunos cambios: con Carolina, mamá puso un papel decorando la habitación de invitados, que tiene dibujados los mismos muñecos que mis sábanas. Papá después colgó en la pared unas figuras de madera con los mismos muñecos.
Y en el salón, una vez más, lo hemos movido todo para volver a instalar allí el televisor. Lo hemos sacado del cuarto de invitados, donde ahora hay un gran espacio vacío. Me pregunto qué querrán hacer mis papás ahí...
Esta semana ha estado un par de días en Teherán. Regresó ayer y cuenta que es un sitio muy interesante, con gente muy amable y cordial, pero que vive con muchísimas limitaciones y restricciones, tanto por el propio régimen que sufren como por el embargo al que están sometidos: por ejemplo, igual que en Siria, no funciona Internet -ni siquiera el correo- en el móvil; y en Irán, además, es prácticamente imposible pagar con tarjeta de crédito.
Mientras tanto, en casa, hemos estado haciendo algunos cambios: con Carolina, mamá puso un papel decorando la habitación de invitados, que tiene dibujados los mismos muñecos que mis sábanas. Papá después colgó en la pared unas figuras de madera con los mismos muñecos.
Y en el salón, una vez más, lo hemos movido todo para volver a instalar allí el televisor. Lo hemos sacado del cuarto de invitados, donde ahora hay un gran espacio vacío. Me pregunto qué querrán hacer mis papás ahí...
Friday, February 19, 2010
En pie
La vacuna del domingo pasado, aparte del dolor del momento, no tuvo un efecto tan fuerte; no llegué a tener fiebre y apenas me sentí algo incómodo ese día por la noche.
Mamá continúa haciendo lo mejor que puede para terminar su informe del trabajo a la vez que cuida de mí y experimenta nuevas recetas para mis comidas. He empezado a comer pollo mezclado con diferentes verduras y me encanta; disfruto mucho de mis comidas, aunque todavía no controlo del todo la cuchara y me unto toda la cara, las manos y hasta la silla.
Otro gran progreso que he hecho en estos días es distinguir claramente que cuando tengo hambre o necesito algo debo decir mamá; si lo que quiero es simplemente jugar y divertirme, lo adecuado es decir papá.
Y como una muestra más de mis progresos, ayer por primera vez me levanté: apoyándome en la pierna de mamá, prácticamente conseguí ponerme en pie. Aún no tengo la fuerza suficiente para aguantarme solo, pero ya estoy controlando mejor los movimientos. Esta mañana he seguido practicando, esta vez apoyado en la barriga de papá.
Me está gustando esto de estar de pie y saltar... ya no me apetece tanto estar sentado ni siquiera para jugar, ni tampoco para comer. Y cada vez que mis papás intentan sentarme, yo me resisto,estirando las piernas con todas mis fuerzas.
Mamá continúa haciendo lo mejor que puede para terminar su informe del trabajo a la vez que cuida de mí y experimenta nuevas recetas para mis comidas. He empezado a comer pollo mezclado con diferentes verduras y me encanta; disfruto mucho de mis comidas, aunque todavía no controlo del todo la cuchara y me unto toda la cara, las manos y hasta la silla.
Otro gran progreso que he hecho en estos días es distinguir claramente que cuando tengo hambre o necesito algo debo decir mamá; si lo que quiero es simplemente jugar y divertirme, lo adecuado es decir papá.
Y como una muestra más de mis progresos, ayer por primera vez me levanté: apoyándome en la pierna de mamá, prácticamente conseguí ponerme en pie. Aún no tengo la fuerza suficiente para aguantarme solo, pero ya estoy controlando mejor los movimientos. Esta mañana he seguido practicando, esta vez apoyado en la barriga de papá.
Me está gustando esto de estar de pie y saltar... ya no me apetece tanto estar sentado ni siquiera para jugar, ni tampoco para comer. Y cada vez que mis papás intentan sentarme, yo me resisto,estirando las piernas con todas mis fuerzas.
Sunday, February 14, 2010
Siete meses
Hoy cumplo siete meses y he visitado de nuevo al pediatra. Me han puesto una vacuna que dolió mucho; afortunadamente voy a descansar por un tiempo: la próxima no será hasta cuando cumpla un año.
Una vez más, el Dr. Mac me ha encontrado perfectamente, todo normal. He ganado algo de de estatura y de peso: mido ya 70 cm. y estoy en un poco más de 8,3 Kg. Según las tablas, caigo prácticamente en la media, quizá un poquitín por encima, pero la verdad es que me veo bastante gordo; ahora que permanezco bastante tiempo sentado, cuando estoy al lado de mi papá se me ve una panza incluso más grande que la suya.
A partir de ahora, para seguir creciendo y engordando, ya puedo comer prácticamente de todo -voy a empezar con el pollo y carne-. Y las visitas rutinarias al médico empiezan también a ser más espaciadas: no tengo que volver hasta dentro de dos meses.
Una vez más, el Dr. Mac me ha encontrado perfectamente, todo normal. He ganado algo de de estatura y de peso: mido ya 70 cm. y estoy en un poco más de 8,3 Kg. Según las tablas, caigo prácticamente en la media, quizá un poquitín por encima, pero la verdad es que me veo bastante gordo; ahora que permanezco bastante tiempo sentado, cuando estoy al lado de mi papá se me ve una panza incluso más grande que la suya.
A partir de ahora, para seguir creciendo y engordando, ya puedo comer prácticamente de todo -voy a empezar con el pollo y carne-. Y las visitas rutinarias al médico empiezan también a ser más espaciadas: no tengo que volver hasta dentro de dos meses.
Sunday, February 7, 2010
El egoísmo
Un par de días después del regreso de mamá, mi abuelita viajó de nuevo a Madrid. Nos volvemos a quedar solos, aunque esta vez va a ser un poco más complicado para mamá, pues tiene que preparar el informe de su viaje y yo, que aún no entiendo de horarios, la estoy volviendo loca con el poco tiempo libre del que en realidad dispone. Parecería que en cuanto voy creciendo debería hacerme más independiente, pero en realidad paso cada vez más tiempo despierto, estoy más inquieto y me aburro antes de estar haciendo lo mismo, así que necesito atención y compañía permanente.
Afortunadamente tengo algo de distracción cuando nos vemos con otra gente: esta semana cenamos con Paul y Paula, y casi todas las tardes vamos a caminar con Carolina y Nicolás.
Este fin de semana, además, vino a Dubai Carlos Eduardo -un amigo de mamá de Popayán- con su famila. Pasamos muy buenos ratos juntos y aprendimos un montón de lo que nos contaron acerca de Arabia Saudí, donde ellos viven. Anoche vinieron a cenar a casa y, mientras yo estaba sentado en mi silla de comer, Paola pidió prestada para Pablo -que tiene 8 meses- mi caminador. Papá evidentemente se lo ofreció, argumentando -qué ingenuidad- que yo aún no tengo desarrollado un sentido de la propiedad.
No tengo ningún problema con que haya usado mi caminador para divertirse un rato. Ahora, cuando se empezó a aburrir y vi que Juan, su hermano mayor, pretendía alcanzarle mi bolsa de muñecos y juguetes, pensé que eso era ya demasiado: lo estuve siguiendo atentamente con la mirada y, al comprobar que no se daba por enterado de mi disconformidad, no tuve más alternativa que gritar con todas mis fuerzas y, aunque amarrado a mi silla, intentar abalanzarme sobre ellos.
He demostrado por primera vez una actitud egoista. En mi defensa -y como mis papás insisten en que no debo ser así- debo decir que me equivoqué y a mí la impresión que me dió es la de que se llevaban mis cosas. Y, de acuerdo, el egoísmo no está bien y debo compartir las cosas con mis amigos; pero lo que no puedo permitirme es, en nombre de la generosidad, ser tonto.
Afortunadamente tengo algo de distracción cuando nos vemos con otra gente: esta semana cenamos con Paul y Paula, y casi todas las tardes vamos a caminar con Carolina y Nicolás.
Este fin de semana, además, vino a Dubai Carlos Eduardo -un amigo de mamá de Popayán- con su famila. Pasamos muy buenos ratos juntos y aprendimos un montón de lo que nos contaron acerca de Arabia Saudí, donde ellos viven. Anoche vinieron a cenar a casa y, mientras yo estaba sentado en mi silla de comer, Paola pidió prestada para Pablo -que tiene 8 meses- mi caminador. Papá evidentemente se lo ofreció, argumentando -qué ingenuidad- que yo aún no tengo desarrollado un sentido de la propiedad.
No tengo ningún problema con que haya usado mi caminador para divertirse un rato. Ahora, cuando se empezó a aburrir y vi que Juan, su hermano mayor, pretendía alcanzarle mi bolsa de muñecos y juguetes, pensé que eso era ya demasiado: lo estuve siguiendo atentamente con la mirada y, al comprobar que no se daba por enterado de mi disconformidad, no tuve más alternativa que gritar con todas mis fuerzas y, aunque amarrado a mi silla, intentar abalanzarme sobre ellos.
He demostrado por primera vez una actitud egoista. En mi defensa -y como mis papás insisten en que no debo ser así- debo decir que me equivoqué y a mí la impresión que me dió es la de que se llevaban mis cosas. Y, de acuerdo, el egoísmo no está bien y debo compartir las cosas con mis amigos; pero lo que no puedo permitirme es, en nombre de la generosidad, ser tonto.
Sunday, January 31, 2010
Hola mamá, ¿cómo te fue?
La semana pasó realmente rápido. Además, mamá adelantó el regreso un par de días y finalmente volvió a casa el sábado de madrugada. Yo estaba durmiendo, pero cuando me desperté para comer, fue mamá quien vino a atenderme: fue una sorpresa que no me esperaba y, aunque adormecido aún, me emocioné mucho al volver a verla. En cuanto me cogió de mi cuna, la abracé y le di un beso en la mejilla.
Mamá tuvo un buen viaje: estaba visitando unos proyectos en el Líbano y en Siria para atender a gente discapacitada, la mayoría víctima de las guerras, tan habituales en este lado del mundo. Lo más terrible e impresionante de todo fueron sus historias del sur del Líbano, donde conoció, por ejemplo, a Mohamed,: un niño de 11 años a quien una mina le arrancó una pierna y le dejó la otra medio destruida; a pesar de todo, y además de sus limitaciones económicas, él vive alegre, se mueve con soltura con sus muletas e incluso ayuda a su familia a cuidar el ganado.
Es muy triste saber que hay tanta gente inocente sufriendo; y las cosas parecen todavía más injustas cuando las víctimas son niños. No entiendo cómo puede existir gente tan mala; espero que cuando yo sea mayor los buenos seamos muchos más y más fuertes, y que todos aportemos para que el mundo sea cada día un poquito mejor.
Mamá tuvo un buen viaje: estaba visitando unos proyectos en el Líbano y en Siria para atender a gente discapacitada, la mayoría víctima de las guerras, tan habituales en este lado del mundo. Lo más terrible e impresionante de todo fueron sus historias del sur del Líbano, donde conoció, por ejemplo, a Mohamed,: un niño de 11 años a quien una mina le arrancó una pierna y le dejó la otra medio destruida; a pesar de todo, y además de sus limitaciones económicas, él vive alegre, se mueve con soltura con sus muletas e incluso ayuda a su familia a cuidar el ganado.
Es muy triste saber que hay tanta gente inocente sufriendo; y las cosas parecen todavía más injustas cuando las víctimas son niños. No entiendo cómo puede existir gente tan mala; espero que cuando yo sea mayor los buenos seamos muchos más y más fuertes, y que todos aportemos para que el mundo sea cada día un poquito mejor.
Thursday, January 28, 2010
El viaje de mamá
Y por fin, mamá se ha ido. El domingo pasado salió con papá y ya no volvió durante el resto de la semana. He pasado unos días estupendos en compañía de mi abuelita, que me ha estado cuidando mientras mamá estaba de viaje.
Durante estos días me he vuelto a despertar todas las noches, más o menos a las 4 am, para tomar un biberón que me daba mi abuelita mientras papá prácticamente no era capaz de moverse. Por las mañanas, jugábamos un rato y después de desayunar nos íbamos a dar largos paseos por toda la Marina: el paseo ya está abierto en gran parte y ya se pueden dar caminatas de prácticamente 2 horas durante las cuales, evidentemente, incluso tengo tiempo para echar una cabezadita.
Muchas veces hemos aprovechado las salidas para comprar frutas y verduras, pues ya estoy comiendo cada día papillas y compotas. Algunas me gustan más que otras, por supuesto, pero poco a poco me voy acostumbrando a los nuevos sabores y, en realidad, me lo como todo... Así estoy, cada día más gordo. Para comer más a gusto, pero también para que mamá y quienes me dan la comida estén más cómodos, mi abuelita me va a regalar una silla muy bonita, con muñecos, y que se puede graduar en altura; así también me sirve para descansar y ver películas.
También me regaló un televisor de juguete que muestra animales y en el que suena la canción de la atracción del small world de Disney World; a mi abuelita siempre le ha encantado y le trae muy buenos recuerdos de cuando papá y mis tíos eran niños. Supongo que algún día mis papás también me llevarán allí.
Durante esta semana he hecho muchos progresos, y no sólo en lo que a comidas se refiere: cada día paso más tiempo despierto y estoy cada vez más activo. No paro de saltar, de dar vueltas, y me encanta jugar con mi abuela girando hasta caerme de la cama para que ella me coja. También estoy practicando nuevos movimientos y, aunque todavía no gateo, creo que dentro de poco podré moverme con soltura.
De todas las cosas nuevas que hago, sin duda, lo que más han celebrado todos -aunque mamá no nos ha creído cuando se lo hemos contado por teléfono- es que he empezado a decir, con toda claridad, papá.
Durante estos días me he vuelto a despertar todas las noches, más o menos a las 4 am, para tomar un biberón que me daba mi abuelita mientras papá prácticamente no era capaz de moverse. Por las mañanas, jugábamos un rato y después de desayunar nos íbamos a dar largos paseos por toda la Marina: el paseo ya está abierto en gran parte y ya se pueden dar caminatas de prácticamente 2 horas durante las cuales, evidentemente, incluso tengo tiempo para echar una cabezadita.
Muchas veces hemos aprovechado las salidas para comprar frutas y verduras, pues ya estoy comiendo cada día papillas y compotas. Algunas me gustan más que otras, por supuesto, pero poco a poco me voy acostumbrando a los nuevos sabores y, en realidad, me lo como todo... Así estoy, cada día más gordo. Para comer más a gusto, pero también para que mamá y quienes me dan la comida estén más cómodos, mi abuelita me va a regalar una silla muy bonita, con muñecos, y que se puede graduar en altura; así también me sirve para descansar y ver películas.
También me regaló un televisor de juguete que muestra animales y en el que suena la canción de la atracción del small world de Disney World; a mi abuelita siempre le ha encantado y le trae muy buenos recuerdos de cuando papá y mis tíos eran niños. Supongo que algún día mis papás también me llevarán allí.
Durante esta semana he hecho muchos progresos, y no sólo en lo que a comidas se refiere: cada día paso más tiempo despierto y estoy cada vez más activo. No paro de saltar, de dar vueltas, y me encanta jugar con mi abuela girando hasta caerme de la cama para que ella me coja. También estoy practicando nuevos movimientos y, aunque todavía no gateo, creo que dentro de poco podré moverme con soltura.
De todas las cosas nuevas que hago, sin duda, lo que más han celebrado todos -aunque mamá no nos ha creído cuando se lo hemos contado por teléfono- es que he empezado a decir, con toda claridad, papá.
Sunday, January 24, 2010
Yo, 6 meses. Y el cumpleaños de mi abuelita
Enero ha sido un mes tranquilo. El 14 cumplí seis meses y tuve que volver a ver al Dr. MAC. Este mes he crecido menos (apenas un centímetro) y subí unos 300 gramos. Comparado con el mes pasado parece poco, pero dice el doctor que es lo normal y sigo estando dentro de los rangos normales para mi edad. Tuve también vacuna, pero ya prácticamente no me duele.
A medida que pasan los días voy haciendo algunos progresos: aguanto mucho más tiempo sentado y jugando con todos mis muñecos y juguetes. Lo que he notado es que mamá ha estado mucho más ocupada, pegada al ordenador, y me hace algo menos de caso.
Algo estará tramando y me imagino que tiene relación con el que mi abuelita Pilar haya venido por aquí tan pronto, cuando acabamos de pasar tanto tiempo con ella en Bogotá y en Madrid. Llegó el martes de madrugada, un día más tarde de lo previsto debido a un inexplicable despiste con su pasaporte.
Durante estos días hemos estado muy contentos, jugando y paseando, disfrutando del buen tiempo de esta temporada. Ayer por la noche fuimos caminando hasta JBR donde, para celebrar su cumpleaños, la abuelita, nos invitó a cenar en el Sarai, un restaurante sirio que les gusta mucho a todos.
A medida que pasan los días voy haciendo algunos progresos: aguanto mucho más tiempo sentado y jugando con todos mis muñecos y juguetes. Lo que he notado es que mamá ha estado mucho más ocupada, pegada al ordenador, y me hace algo menos de caso.
Algo estará tramando y me imagino que tiene relación con el que mi abuelita Pilar haya venido por aquí tan pronto, cuando acabamos de pasar tanto tiempo con ella en Bogotá y en Madrid. Llegó el martes de madrugada, un día más tarde de lo previsto debido a un inexplicable despiste con su pasaporte.
Durante estos días hemos estado muy contentos, jugando y paseando, disfrutando del buen tiempo de esta temporada. Ayer por la noche fuimos caminando hasta JBR donde, para celebrar su cumpleaños, la abuelita, nos invitó a cenar en el Sarai, un restaurante sirio que les gusta mucho a todos.
Wednesday, January 6, 2010
Navidad y año nuevo: 2010
Cuando regresamos a casa en Dubai, encontramos unas figuras que trajo papá de Finlandia: es un pesebre en madera que a mamá y a mí nos gustó mucho. Mamá cambió algunos adornos por toda la casa: estábamos en navidad. Evidentemente yo no entiendo bien qué es lo que está pasando, pero mamá está comprando cosas porque dice que quiere que luego yo pueda recordar mi primera navidad.
La noche del 24 fuimos a cenar a casa de Violeta y Roberto. Allí estuvieron también Nairouz y sus hijas y algunos otros amigos. Tras una exquisita cena, yo me puse a dormir mientras los niños jugaban y los adultos conversaban. Luna estaba muy atenta y venía a cuidarme y a velarme el sueño cada cierto tiempo. Después, los niños cantaron villancicos y después empezaron a repartir regalos para todos: a mí me dieron un mesa de herramientas de juguete, con luces y música.
Al final regresamos a casa pasadas las 3 am. Yo me desperté al bajar del coche y estuve otra vez con los horarios descuadrados durante unos días. Cuando ya empezaba a estar mejor, otra vez salimos por la noche. Esta vez, a celebrar el 31, también con Violeta y los demás, en el Dubai Mall, donde hicieron un espectáculo especial en las fuentes, a los pies del Burj Dubai. Era una noche preciosa de luna llena, la segunda del mes: un fenómeno poco habitual al que en inglés llaman Blue moon.
El Burj Dubai es el edificio más alto del mundo. Lo inauguraron oficialmente el 4 de enero, con un espectáculo de pólvora y de las fuentes que vimos con mamá por televisión. Para sorpresa de todos, y por esas cosas que pasan por aquí, según dicen por asuntos de dinero en el último momento renombraron el edificio, que ahora resulta que se llama Burj Khalifa, aunque para mí creo que lo seguiré llamando durante largo tiempo con su nombre original.
Y para terminar ya la temporada de fiestas de navidad, ayer, 5 de enero, -la víspera del día de Reyes- fuimos a Madinat Jumeirah a ver la cabalgata que organizaba una asociación de españoles. Mamá comió roscón de Reyes y yo estuve con el rey Gaspar, quien me regaló una pandereta.
La noche del 24 fuimos a cenar a casa de Violeta y Roberto. Allí estuvieron también Nairouz y sus hijas y algunos otros amigos. Tras una exquisita cena, yo me puse a dormir mientras los niños jugaban y los adultos conversaban. Luna estaba muy atenta y venía a cuidarme y a velarme el sueño cada cierto tiempo. Después, los niños cantaron villancicos y después empezaron a repartir regalos para todos: a mí me dieron un mesa de herramientas de juguete, con luces y música.
Al final regresamos a casa pasadas las 3 am. Yo me desperté al bajar del coche y estuve otra vez con los horarios descuadrados durante unos días. Cuando ya empezaba a estar mejor, otra vez salimos por la noche. Esta vez, a celebrar el 31, también con Violeta y los demás, en el Dubai Mall, donde hicieron un espectáculo especial en las fuentes, a los pies del Burj Dubai. Era una noche preciosa de luna llena, la segunda del mes: un fenómeno poco habitual al que en inglés llaman Blue moon.
El Burj Dubai es el edificio más alto del mundo. Lo inauguraron oficialmente el 4 de enero, con un espectáculo de pólvora y de las fuentes que vimos con mamá por televisión. Para sorpresa de todos, y por esas cosas que pasan por aquí, según dicen por asuntos de dinero en el último momento renombraron el edificio, que ahora resulta que se llama Burj Khalifa, aunque para mí creo que lo seguiré llamando durante largo tiempo con su nombre original.
Y para terminar ya la temporada de fiestas de navidad, ayer, 5 de enero, -la víspera del día de Reyes- fuimos a Madinat Jumeirah a ver la cabalgata que organizaba una asociación de españoles. Mamá comió roscón de Reyes y yo estuve con el rey Gaspar, quien me regaló una pandereta.
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